Vie. Abr 19th, 2024

Dic 12, 2017

Col: Episodio

Por: Dennis Villarruel Zamudio.

  • En la República y en nuestro Estado, el PRI puede perder los comicios

 

Así es amable y gentil lector, José Antonio Meade Kuribreña y José Yunes Zorrilla “Pepe Yunes” como virtuales candidatos del PRI que ya son, el primero a la Presidencia de la Republica y el segundo, Pepe Yunes a la Gubernatura de nuestro estado, en las próximas elecciones Federales y locales del 2018, tienen sus pros y sus contras. Para empezar el PRI a nivel nacional está padeciendo el enconado resentimiento por decepción, no tan solo de su militancia, sino que también la de todo el grueso poblacional de nuestra sociedad mexicana y esto es debido en primer término por el obvio resurgimiento de la corrupción en todos los niveles de la administración pública del país y por el recalcitrante asentamiento de la impunidad que protege celosamente a quienes están ostentando el poder o a los que se encuentran dentro del círculo más allegado de este y que a su vez ofende y agrede a todo el pueblo de México y de Veracruz, independientemente de los garrafales errores cometidos por el presidente Enrique Peña Nieto en los que también peca de tibio, opaco y gris y que a pesar de que él y sus súbditos no dejan de cacarear con énfasis sus “dichosas reformas”, a ningún mexicano con raciocinio han podido convencer que estas son para el bienestar del pueblo; es más, el sexenio de Peña Nieto se encuentra en el ocaso de su periodo gubernamental y de estas acciones los disque beneficios populares ni se ven, ni se sienten. En resumen, el actual Gobierno de la República y el PRI a nivel nacional están muy chamuscados con el electorado. Por lo tanto José Antonio Meade y el muy probable candidato priista al gobierno de Veracruz José Yunes Zorrilla quien quizás no merece esta cruz y podría ser injusto que junto con Meade cargue con ella y con la animadversión que el vapuleado pueblo mexicano ha venido sufriendo con mayor acentuación en los últimos años. En lo que respecta a Veracruz, aun se siente el dolor de la herida abierta económica y socialmente que nos sigue atormentando con graves y muy severas necesidades y tribulaciones que nos llenan de coraje, indignación y asco por el pasado inmediato que protagonizó el desastroso gobierno de Javier Duarte de Ochoa, situación que naturalmente aunada a más de 80 años de reinado  priista, provocó que el PRI perdiera la gubernatura el año pasado por circunstancias también similares como las que hoy existen a nivel nacional y que podrían inclinar la balanza muy cargadamente en favor del candidato de Morena, de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para que este sea ungido contundentemente con el sufragio popular mayoritario como el próximo presidente de la República mexicana.

Insisto, por lo que escucho en todos los lugares populares de mi pueblo, de la región, del distrito electoral federal y local y por los medios de comunicación en todo nuestro estado de Veracruz y del país, el PRI en el 2018 pierde la presidencia de la Republica y de nueva cuenta podría perder la gubernatura de nuestro estado y esto se lo ha ganado a pulso, por su mala actuación administrativa y política, por traicionar a los mexicanos y veracruzanos que han confiado de buena fe en este Instituto Político, es decir, esta situación bien merecida se la tiene, ojalá que al final de cuentas el remedio no resulte peor que la enfermedad, porque coincido con todos en que México ya no aguanta más traiciones, ni decepciones, ni abusos, ni latrocinios. México ya está despertando y si es así, a partir de estos tiempos que a los malos gobernantes Dios los agarre confesados. Cabe mencionar también que independientemente de todas estas anomalías a las que ha incurrido el tricolor, le agregamos la imposición en la dirigencia estatal del PRI de un individuo que carece de liderazgo propio, de dirección, y que se caracteriza por ser un auténtico burócrata de escritorio tal y cual es Renato Alarcón Guevara, que a diferencia de otros dirigentes que ha tenido el PRI en épocas pasadas como Dante Delgado, Jorge Uscanga Escobar, incluso a Miguel Ángel Yunes Linares en dos ocasiones en el régimen del Chirinato y ya ni se diga cuando le tocó a Fidel Herrera Beltrán, quienes en su momento dejaron su escritorio y su oficina ubicada en Ruiz Cortines en Xalapa para dedicarse a recorrer todo el estado de Veracruz fomentando y exaltando el orgullo Priista veracruzano para ponerlo en condiciones de triunfar en las distintas batallas y guerras electorales que en aquel entonces les tocó enfrentar. Y qué decir de los dirigentes de los comités municipales que están para llorar y que por lo menos ya han perdido en sus respectivas localidades las últimas elecciones recién pasadas como la de gobernador del Estado y la de presidentes municipales y pese a estas estrepitosas derrotas, Renato Alarcón aún los o las sostiene en las dirigencias de sus respectivos municipios atentando nuevamente contra el casi imposible triunfo futuro de sus candidatos a la Presidencia de la República y a la gubernatura de Veracruz, así como a las senadurías, a las diputaciones federales y locales, bueno, esto se sobreentiende ya que Renato ya perdió bajo su disque liderazgo la gubernatura de Veracruz lo que sorprendió a propios y a extraños por ser inédita esta trascendente derrota. Luego entonces, si la corrupción y la impunidad siguen siendo el estandarte del PRI y a esto para colmo le anexamos que en Veracruz y en sus provincias tiene pésimos dirigentes (no lideres) los resultados evidencian una derrota anunciada en los próximos comicios del 2018. ¡No hay de otra!, ya que el pueblo mexicano y veracruzano anhelan un cambio de forma y fondo real, no tan solo de colores, ni de nombres, ni de caras, ¡lo que demanda es un cambio tangible que oriente hacia el progreso y bienestar de México y de Veracruz! En cuanto a los candidatos  a Senadores, Diputados federales y locales, al pueblo no les interesan ya que una vez que ganan la elección y se sientan en su respectiva curul se olvidan de los pueblos que representan y ya ni se diga de los compromisos que contrajeron con la ciudadanía que les dio el voto mayoritario y por ende el triunfo electoral. Ellos siguen siendo más de lo mismo, advenedizos, oportunistas y rufianes que hacen caravana con sombrero ajeno y para muestra basta un botón, ahí tenemos al diputado federal Jorge Carvallo Delfín, quien ahora aspira a ser senador de la república por las siglas del PRI y del Verde Ecologista. Como la ve dilecto lector, ¿usted votaría por él? ¡Yo tampoco!