- El oficial del registro civil de San Andrés Tuxtla Flavio Vázquez Cobaxin dijo que podrían ser investigados por probables delitos como la usurpación de funciones o hasta el uso indebido de documentos oficiales
Flavio Vázquez Cobaxin oficial del registro civil de San Andrés Tuxtla.
Luis Manuel Toto Pólito | San Andrés Tuxtla, Ver.— El oficial del registro civil de San Andrés Tuxtla Flavio Vázquez Cobaxin, sostuvo que se tienen detectados a los famosos “coyotes” en las inmediaciones de esta dependencia, que se encargan de realizar trámites con costos variables, pero que lastiman el bolsillo de personas que no saben efectuar un acto registral.
Estos “gestores” podrían ser investigados por probables delitos como la usurpación de funciones o hasta el uso indebido de documentos oficiales, siempre y cuando se cumplan estos requisitos y si es que la población coopera para las denuncias.
No obstante, por el momento sólo se puede actuar de forma preventiva pidiendo el auxilio de elementos de seguridad pública municipal, para que dejen de ser intermediarios en trámites que son gratuitos, y que son cobrados por estas personas.
“Nosotros solo cobramos el formato, pero hemos detectado que hay personas a las que se les cobra un recurso extra por el favor que realizan”, dijo.
Para disminuir estos hechos que pueden presumir el uso indebido del nombre de registro civil, es que se ha fijado que quien realice un trámite deberá acudir personalmente a pedir su formato, y debe ser el mismo el que pida atención, asesoría y conclusión de su trámite, esto para que se logre identificar quien es la persona que se acerca hasta cada mesa de servicio.
De no cumplir este requisito podría darse la nulidad a la diligencia, y además podría ser cuestionado el o los ciudadanos que realicen estos trámites.
Las medidas que aplica el registro civil son en primer lugar para evitar que cada día más personas sean agraviadas, y para ello se debe tener la responsabilidad de acudir personalmente hasta las oficinas, de lo contrario el coyotaje seguirá siendo un mal que aqueje a los sanandresinos.