Vie. Abr 19th, 2024

Las comparecencias anacrónicas

Bitácora 1Mucho es lo que se ha escrito y dicho acerca de que el formato de las comparecencias de los secretarios y titulares de despacho ante el Congreso del Estado para ampliar y detallar los contenidos del informe de gobierno, que por ley el gobernador del estado en turno, tiene que entregar por escrito y que luego se analiza en detalle en las intervenciones de los responsables de las distintas dependencias.

Todos coinciden en señalar de que es un sistema ya caduco, que no es funcional y que para lo único que sirve es que para que algunos funcionarios que ya están preparando su salida para ir a buscar un cargo de elección popular como diputados federales, lleven a sus empleados a que les echen porras por sus “grandes logros”.

Las llamadas comparecencias de secretarios, forman parte del protocolo político, ya caduco desde hace más de 25 años, cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) era el que mantenía el predominio y control mayoritario en el Congreso Estatal.

Se trataba más de una pasarela de funcionarios que, aprovechando la ocasión y como parte del llamado “día del gobernador” en este caso, que replicaba lo mismo que a nivel federal se hace con el “día del presidente”.

Los tiempos han cambiado y hoy en el congreso federal y estatal, se han sumado nuevas corrientes y voces de expresión política, que supuestamente no deberían de permitir que los comparecientes fueran a lucirse ante los reflectores de las cámaras de televisión y fotográficas de los medios.

Pero si bien es cierto, que todos coinciden en que las comparecencias ya no funcionan, como un mecanismo de transparencia, porque los funcionarios únicamente acuden para en la mayoría de los casos repetir con otras palabras lo que ya está en el informe.

En fechas recientes, incluso se ha convertido la comparecencia, en una verbena popular, que lo mismo comprende la instalación de puestos de tacos y tamales gratis en las afueras del Congreso o hasta el ridiculísimo populachero de llevar a Brujos de Los Tuxtlas, para que le den una limpia al funcionario, seguramente para evitar el mal de ojo de los legisladores.

Ante esas espectaculares comparecencias, sirve de ejemplo la realizada el viernes pasado por el coordinador de Comunicación Social del gobierno del estado, Alberto Silva Ramos, quien de manera por demás austera, llegó solo al salón, sin una larga fila de colaboradores, ocupó su lugar en el sitio indicado, aclarando que no había girado ni una invitación a directivos o representantes de medios de comunicación para que lo acompañaran, que los que estaban ahí era por su propio motivo.

Pero además, en lugar de hacer una presentación aburrida con cifras y datos que en la mayoría de los casos no son comprobables, simplemente hizo una breve presentación de lo que es la política de comunicación social del gobierno del estado, para quedar a la disposición de los diputados y diputadas, dando respuesta a las preguntas que le formularon.

El hecho, fue reconocido por prácticamente todos los diputados, quienes agradecieron el formato en que se estaba desarrollando la comparecencia, de una manera austera y republicana, sin exhibicionismos ni vedetismos innecesarios.

Es más, si algún día los diputados y diputadas, se deciden a resolver el asunto de las comparecencias, el formato y estilo con que se condujo el coordinador de Comunicación Social, deberá de servirles de guía para la redacción del procedimiento a seguir.

Aunque también hay quienes opinan que lo más saludable, es desaparecer las tediosas y largas presentaciones, que al final de cuenta de poco sirven, para que se establezca la posibilidad de que los diputados y diputadas, puedan llamar a cuentas a los funcionarios, sobre los asuntos y temas que consideren de interés, pero en un marco de trabajo efectivo y no se una pasarela de funcionarios protagónicos.

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