Jue. Abr 18th, 2024

Sistema Anticorrupción, su aplicación

Bitácora 1Un prestigiado académico español reconocía que México tenía las más avanzadas leyes, pero el problema es que no se aplicaban y esto viene a cuentas, ahora que el Presidente de la República Enrique Peña Nieto acaba de promulgar en Palacio Nacional, la REFORMA que crea el Sistema Nacional Anticorrupción.

Todo un Sistema Nacional Anticorrupción, que debió de haber sido la primera reforma administrativa de todas las que hasta la fecha se han aprobado y que al parecer le tocó el último turno.

No por algo es que se considera a la corrupción como el mayor problema en nuestro país, más por arriba de la violencia, inseguridad y desempleo.

Existe incredulidad entre la población, con justificadas razones, en cuanto a la eficacia y operación del llamado Sistema Nacional Anticorrupción.

Hasta que no se empiecen a meter a la cárcel a tanto funcionario pillo, que ahora son multimillonarios, con fortunas que no alcanzarán a gastar en lo que les queda de vida, cuando deberían de pasar sus últimos años tras las rejas.

Prácticamente no hay semana, en la que no se den a conocer los casos de corrupción, no tan solo de funcionarios, sino también de empresarios, a los que supuestamente ahora con la nueva legislación, también se les podrán fincar responsabilidades.

Ahora lo único que falta es que se cumpla la ley.

Casualmente, unas horas después de que se dieran a conocer nuevos audios de grabaciones de actos de corrupción de la empresa constructora española Obrascón Huarte Lain mejor conocida ya como la OHL, que fue exhibida por irregularidades en la construcción de obras en el Estado de México, cuando precisamente era gobernador Enrique Peña Nieto, ahora se dan a conocer que también habrán pagado sobornos millonarios a magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que dictaminaran juicios a favor de la empresa, en Palacio Nacional se firmaba el documento mediante el cual se crea el Sistema Nacional Anticorrupción.

Pero el escándalo de OHL es solamente uno de los numerosos capítulos de casos de corrupción, que como es bien sabido abarca todos los niveles de gobierno federal, estatal o municipal.

Horas después de que se dieran a conocer nuevos audios sobre presuntos actos de corrupción de la constructora española Obrascón Huarte Lain (OHL) y que suben el tono las supuestas irregularidades en las que ha incurrido la filial en México de la compañía, pues ahora se presumen sobornos a magistrados por parte de la firma, el Presidente Enrique Peña Nieto promulgó en Palacio Nacional la reforma por la que se crea el Sistema Nacional Anticorrupción.

Algunos datos que reflejan lo que es el sistema de corrupción imperante y operante en nuestro país:

De acuerdo con el índice Percepción de la Corrupción, elaborado por Transparencia Internacional, México es el país con la puntuación más baja en materia de combate a esta práctica de las naciones que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), ya que en una década no ha rebasado la puntuación de 35, de un máximo de 100.

México se ubicó en el lugar número 103 de un total de 175 países analizados en todo el mundo, en el Índice de Percepción de la Corrupción, debido a la posición de estancamiento en la que se ha mantenido por casi una década.

El Observatorio México ¿Cómo Vamos? cifró en 20 mil millones de dólares el costo que tuvo en 2014 la corrupción y la impunidad en México.

La más reciente Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), midió las experiencias de la población al enfrentar una situación de corrupción y estimó que en México por cada 100 mil habitantes la tasa de incidencia de corrupción fue de 24 mil 724, cifra que expresa el total de experiencias de corrupción registradas en pagos, trámites y solicitudes de servicios públicos, así como otro tipo de contactos con servidores públicos durante 2013.

Recientemente una encuesta del diario Reforma señaló que 60 por ciento de los mexicanos considera que la corrupción ha crecido en los últimos dos años.

El 36 por ciento de la población consideró que el problema se ha mantenido igual y apenas 4 por ciento consideró que ha disminuido.

Según el ejercicio estadístico, el 92 por ciento de los entrevistados consideró que las compras de viviendas a contratistas del gobierno o en el extranjero, por parte de funcionarios públicos —como el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, el mismo Presidente y el ex Gobernador de Oaxaca, José Murat— fueron resultado de la corrupción, y únicamente 3 por ciento consideró que las adquisiciones fueron producto de su trabajo.

La mayoría de los mexicanos considera que la causa fundamental de la corrupción es cultural, con 39 por ciento, seguida por la falta de aplicación de la ley, con 34 por ciento.

Se pregunta el filósofo del pueblo Pancho López:

Por donde se habrá de empezar a poner en vigor el llamado Sistema Nacional Anticorrupción y quienes serán los primeros que irán a parar a la cárcel dentro de ese paso “histórico” que supuestamente deberá poner fin a la impunidad.

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