YULIN
China es el país más poblado del mundo; mil 339 millones 724 mil 852 es la cantidad de personas quienes realizan actividades y tienen conductas que del otro lado del mundo nos resultan difíciles de entender, por ejemplo, el rechazo a las mujeres al nacer, el uso de nombres de emperadores, pertenecientes a diferentes dinastías, o las restricciones alimentarias.
Este país tiene uno de los índices más altos de maltrato animal y una de las peores “tradiciones”, el Yulin, o festival de carne de perro celebrado para conmemorar el solsticio de verano en la Región de Yulin, en la provincia de Guangxi, al sur de China, desde hace más de 7 mil años se come carne de perro en China pero este festival se remonta a los años 90´s.
El motivo por el que se originó el consumo de carne de perro se debió a las crisis económicas por las que atravesó China durante la guerra civil japonesa, pues en lugar de comer carne de vacuno u oveja, la población empezó a comer más carne de cerdo y de perro por ser mucho más baratas y abundantes, mientras que el número de habitantes en China no dejaba de aumentar.
A diferencia de la sociedad occidental, la mayoría de los chinos nunca ha visto a los perros como animales, domésticos, para ellos, es solo una carne más en su dieta ya sea en forma de sopa, caldo o asado.
En aquel tiempo, lo más importante, antes de cocinar el perro, era asegurarse de la frescura de la carne; por eso, la gente solía matar al animal en el momento anterior a preparar la comida.
Durante el día del festival, camiones salen a las calles de Yulin a la caza de perros para sus platillos, y así dar vida a la celebración que según ellos les recuerda sus orígenes y la proteína que les permitió comer durante años.
En la actualidad hay tres grandes lugares donde se roba y se mata a los perros: en las provincias de Jiangsu, en la de Yulin y la de Guangdong.
Budistas y protectores de animales se mueven a la Región de Yulin para salvar a los perros antes de ser sacrificados. Los rescatistas buscan negociar con el ayuntamiento y quieren, desde hace décadas, que prohíban el festival. 
Sin embargo, la tarea es muy difícil al ser una sociedad con una cerrazón increíble al desarrollo y con leyes obsoletas moldeadas a modo para beneficio de sus gobernantes, llevan a ver el Yulin como una tradición del país que no se obliga a no realizarla, pero tampoco a participar en ella, por esta razón el Festival de Comida de Perro ha dividido a la sociedad china, pues en los últimos años un sector de la población ha dejado de consumir carne de perro para tenerlos de mascota.
Lo cierto es que este festival, donde se mata a 10,000 perros en un día, despierta el rechazo de muchas regiones del mundo, quienes siendo el perro el mejor amigo del hombre, debaten y cuestionan estos comportamientos “humanos” poco aceptados, pues en las gráficas y videos de este festival se observa la saña y crueldad con que los chinos realizan el sacrificio masivo de perros.
En 2015 cerca de un millón de personas dieron su apoyo a una campaña de recogida de firmas en la página Change.org para que el festival no se celebrara, al tiempo que el hashtag #stopyulin2015 (paren Yulin 2015) circuló ampliamente por las redes sociales.
Los activistas que se oponen al festival aseguran que trae como consecuencia el aumento del secuestro de perros callejeros (la mayoría enfermos o de edad adulta) y mascotas y denuncian las pésimas condiciones de las granjas donde se cría a perros para que sean sacrificados para el festival. Además, señalan que el consumo de carne de perro puede no ser bueno para la salud, algo con lo que no concuerdan los que realizan esta práctica, que le atribuyen efectos beneficiosos.
Es una pena que un país como China que se ha hecho cada vez más rico, refleje estas acciones y no despierte aún como humanidad, tiene un largo camino por recorrer en derechos humanos y ya no se diga en lo demás.
“Los hombres somos contemporáneos de todos los hombres”, Octavio Paz.
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