Vie. Abr 19th, 2024

LA GRILLA DE CHON

  • El Siervo de la Nación
  • Más de lo mismo

Los Héroes a los que admiramos, son aquellos que mostraron capacidad para convertirse en líde-res del pueblo, interpretando sus anhelos y sus necesidades y proponiéndoles cauces para alcanzar, con su propia participación, los propósitos que podían darle unión e identidad.
Uno de los más grandes y mejores ejemplos de ello es, sin duda, Don José María Morelos Y Pa-vón, quien en medio de las grandes dificultades de una vasta y compleja campaña militar afrontando divi-siones y contradicciones políticas, fue capaz de encontrar tiempo y espacio para asimilar las más avanza-das teorías sociales y políticas de la época y proponer conceptos e instituciones que, congruentes con la realidad de entonces, permitían lograr la unidad de los insurgentes y avanzar hacia la consolidación de la Independencia.
¡Sí! Porque Morelos Y Pavón, tuvo el temple y la altura para entender el momento y la necesidad de su patria, renunciar a su propia posibilidad de mando, declararse Siervo de la Nación; convocar al Con-greso que sería suprema autoridad como órgano representativo del pueblo y proponer los principios que serían base de la primera Constitución de nuestro querido México.
Hoy, a tantos años de distancia, aún podemos todavía sentir la fuerza y la actualidad de varios principios que Morelos postuló para la Constitución y sobre ello, hay que hacer reflexiones.
Morelos decía: “Que como la buena Ley es superior a todo hombre, las que dicte nuestro Congre-so deben ser tales que obliguen a constancia y patriotismo, moderen la opulencia y la indigencia y de tal suerte se aumente el jornal del pobre; que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hur-to”.
Hoy en esto, —me parece—, la convicción de que la Ley se estructura como paradigma; pero también como instrumento efectivo para conducir las acciones del individuo y perfeccionar su convivencia con otros para conseguir objetivos superiores de bienestar colectivo.
Hay también la noción de que Morelos expresaba de que la Nación debe estar representada por “hombres sabios y amantes de su bien que la rijan con Leyes acertadas” lo que representa una enorme responsabilidad para quienes aspiran a la representación y conducción social, porque un líder es aquel que se atreve a servir a su pueblo, a escucharlo, entenderlo y a retarla; a obtener las grandes metas que, pare-ciendo a veces imposibles, son las que surgen del espíritu profundo del pueblo.
La grandeza de Morelos (única) y me atrae poderosamente la atención, su certeza de que es in-dispensable moderar ”opulencia e indigencia”, Afirmación que muestra su convicción esencial de que la injusta distribución de la riqueza es la fuente de los problemas sociales.
Lo que prevalece hasta nuestros días.
Político pobre… ¡Qué va!… ¡Nunca pobre político!

Léase hoy a los actuales diputados federales jarochos, lo ricamente jodidos que salieron después de laborar como funcionarios en el Gobierno Duartista.
Vaya novedad, que por estar en peligro de extinción renuncio como dirigente nacional del vetusto PRI; “El Dino” Manlio Fabio Beltrones, dejando en duda su participación como aspirante a la casa, para quien no puede tener casa.
La presidencia de la Republica para el 2018, una regla axiomática dice que la mayoría de los polí-ticos nunca dan a conocer las causas reales de sus declaraciones y pronunciamientos, dado que en cual-quier circunstancia tratan de llevar agua a su changarro.
Como Don Manlio, con la esperanza de cristalizar sus buenos propósitos que a pesar de su larga permanencia en el PRI, donde por muchos años ha obtenido jugosos cargos públicos y que hoy a pesar de estar en peligro de extinción aun con su reciente fracaso frente al PRI Nacional, le muestra su “lealtad institucional” renunciando.
Aunque no del todo.
Políticamente se agazapará por ahí por algún tiempo y sin dejar nada en prenda, volverá después que amaine la tormenta política que el mismo creó.
Aún con los vientos soplando, en sentido contrario y sin sanar, aun del reciente descalabro electo-ral político sufrido, otro que no dice adiós, sino hasta pronto es el “roba pollo” don Héctor Yunes Landa, volverá a la curul de la Cámara de Senadores, por el tiempo que le resta y sin haber aprendido la lección política se rumora intentará nuevamente buscar la gubernatura del Estado para el 2018.
¿Y su pacto de civilidad política con su pariente el Senador José Francisco Yunes Zorrilla? En po-lítica y en la familia, como en la Viña del Señor,.. Hay de todo, verdad que no debe restringirse.

El proceso de modernización del comercial municipio de San Andrés Tuxtla, se basa en la intensa labor diaria que viene realizando el ingeniero Manuel Rosendo Pelayo, quien cimentando en firme con tenacidad consolida un desarrollo social susténtale en favor de sus paisanos con quienes día con día re-afirma solidariamente los lazos de amistad.
Rosendo Pelayo, es un joven político al que la vida no le ha sido fácil; emerge de clase media ba-ja y con tesón trabajo y estudio, logra una carrera profesional a través de la cual consolida sus aspiracio-nes políticas producto del esfuerzo.
Respetando la voluntad popular, logra con un trabajo serio, honesto y responsable, la confianza en las Instituciones; la encomienda no ha sido sencilla y ante las exigencias sociales y la diatriba corriente de adversarios políticos que se esconden tras la penumbra del anonimato, Manuel ha sabido sortear con éxito los retos con imaginación, trabajo mata grilla mal intencionada.

La desacralización de los hombres que han ejercido el poder municipal en Topotilandia, ha consti-tuido en los últimos 16 años, la mayor mutación de su desarrollo social, político y cultural de su historia, en la que han destacado malandros que han buscado la continuidad de todos males y no de quienes buscan la reparación adecuada a tales daños.
Con tales acros defensores ¿para qué quiere Topotilandia enemigos que embozados en los hábi-tos de la corrupción buscan sostenerse en el fanatismo de las envidias, intrigas, divisionismo como ele-mentos arrancados de un novela convertidos como dogmas de fe en favor de sus oscuros intereses y per-petuarse en el poder municipal?.
Topotilandia —insisto—, ha servido lo mismo al oportunista corrupto que al farsante.
Hay individuos que han utilizado políticamente la simulación y la mentira, para aparecer como Mesías y ocultar la auténtica responsabilidad que han tenido en el estancamiento del mágico pueblo de Topotilandia, que jodido como lo han dejado, solo ha servido para incrementar las cuentas bancarias de quienes en mala hora, han sido alcaldes municipales.
Ha sido desembocadura de complejos y frustraciones, ha servido a todo funcionario municipal co-rrupto, excepto a los propios catemaqueños.