Jue. Mar 28th, 2024

¡El Viejo!

‘El Viejo’ al inicio.
‘El Viejo’ al inicio.

El año viejo es caracterizado por un monigote, que representa básicamente al año que termina, se elabora con ropa que ya no se usa, cartón o papel, se rellena con paja o aserrín y, se le agregan artefactos pirotécnicos, para ser quemado a la media noche del 31 de diciembre.

De origen europeo, esta costumbre llega a México y a otros países latinoamericanos, a raíz de la conquista española; derivada de ritos paganos como las Saturnales de los Romanos o el Olentzero del país Vasco y Navarra en España. En nuestro país esta costumbre ya tenía antecedentes prehispánicos en ritos agrarios y purificadores; algunos elementos como danzas y vestuario de la comparsa, se han incorporado al ritual actual, como parte del sincretismo propio de una cultura mestiza.

En México es común la elaboración y quema de efigies del año viejo y, de lo negativo del año que termina, en los estados de Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Yucatán y Tabasco.

En Veracruz los indígenas Mixe – Popolucas de Oluta, realizan una danza que es conocida con el nombre de “El Chenu,” que es el nombre que le dan al monigote y, los danzantes son niños y jóvenes disfrazados de diablos, con ropa de color roja, máscaras con cuernos, cola y un tenedor largo construido de madera, igual que en ciertos países andinos, algunos participantes, también se disfrazan de viudas vestidos de negro, semejando estar embarazadas y su papel es repetir un diálogo que antes se aprenden y, llorar a la hora que se quema el chenu.

A San Andrés, llega esta costumbre a principios del siglo XX y, es la familia Medel quienes vivían por el rumbo del camino a Catemaco; hoy calle Gómez Pedraza, quienes fueron los iniciadores de esta tradición, unos días antes del 31 de diciembre ‘Los Medel’, se organizaba con un grupo de jóvenes entusiastas provenientes de diversos barrios de la ciudad, para preparar la comparsa de ‘El Viejo; se repartían los personajes de acuerdo a la habilidad y destreza de cada uno: ‘El Viejo’, ‘La Viuda’, ‘La Amante embarazada’, ‘El Doctor’, ‘El Ángel’, ‘El Diablo’, ‘La Muerte’, ‘El Cura0, ‘Los Hijos’ y, ensayaban el diálogo de lo que tenía que decir cada uno con sus personajes; así como el estribillo que  cantaban y  bailaban, que  decía…

Una limosna para este pobre viejo,

una limosna para este pobre viejo,

que ha dejado hijos,

que ha dejado hijos,

para el año nuevo.

 

A don Ferrruco se muere de tristeza,

a don Ferruco se muere de tristeza,

porque a media noche,

porque a media noche,

le cortan su cabeza.

 

Ahí viene ‘El Viejo’ muriéndose de risa,

ahí viene ‘El Viejo’ muriéndose de risa,

porque a media noche,

porque a media noche,

lo vuelven cenizas.

 

Cuando era joven usaba pantalón,

cuando era joven usaba pantalón,

ahora que ya es viejo,

ahora que ya es viejo,

no usa calzón.

etc. etc. etc.

 

Los demás versos los componían chuscamente de acuerdo a las circunstancias o lo que se les ocurriera en el momento, le iban agregando, con un ingenio muy especial, como hacen los decimeros. La trama se desenvolvía en torno al viejo; dentro de la parodia, bailando todos haciéndose travesuras, en un momento dado, ‘El Viejo’ caía con su ataque y, se iniciaban los llantos de la viuda y los hijos, pidiendo auxilio y solicitando, primero al médico; al diagnosticar su gravedad, llamaban al cura, el cual le daba la absolución; mientras tanto la muerte, el diablo y el ángel le andaban rondando la esquina al viejo queriéndoselo llevar; a todo esto, entraba la amante de ‘El Viejo’ que venía embarazada y, reclamaba el querer verlo y exigía su herencia; era entonces cuando se desataba un pleito entre la viuda y la amante.

La danza de ‘El Viejo’.
La danza de ‘El Viejo’.

En este momento que era el más divertido, daba de todo, se jalaban el chongo, los hijos le entraban a los insultos; al darse la noticia de que ‘El Viejo’ moría, comenzaban los gritos más fuertes, la viuda caía fulminada con su ataque de dolor y, el diablo y la muerte iniciaban su pleito y, jalaban al viejo cada uno para su lado, queriéndoselo llevar, el cura les echaba agua bendita, el ángel también lo quería retener y, los hijos y la amante tirados sobre el cuerpo del viejo, lloraban amargamente, diciendo cosas muy chistosa y haciendo movimientos que causaban risa a todos los presente.

Al final todos comenzaban nuevamente a bailar y a cantar, “una limosna para este pobre viejo, etc.” y con unas latitas, pasaban a recoger la limosna, misma que se guardaba, para comprar los cohetes que se le ponían al muñeco que representaba al viejo y que se quemaba el 31 de diciembre a las 12 de la noche, todo este ritual iba acompañado por la cena de fin de año en cada uno de los hogares, que por lo general era “Pavo Relleno”, y la misa de media noche, que en un principio era oficiada en la capilla de San José, hoy Catedral y en la Parroquia de Santa Rosa de Lima.

Al término, seguía el baile popular en el parque Lerdo y, los bailes de gala eran en el Casino Sanandrescano, para las familias acomodadas y, en el Centro Social Unión, para la gente de clase media. Los bailes eran amenizados por orquestas de talla internacional, las cuales alternaban con la Orquesta Ideal o con la Marimba “Arpa de Oro” de Don Andrés Rodríguez.

Quema de ‘El Viejo’.
Quema de ‘El Viejo’.

Hoy en día la tradición del viejo no ha cambiado mucho, por algunas calles y barrios, se ven en los corredores o frentes de las casas sentados a los muñecos de los viejos, hechos a la usanza antigua, con careta de cartón y sus latitas para que les depositen su limosna que luego se empleará en cohetes, para la hora de quemarlo, como antes se hacía, si ha variado mucho la parodia, porque antes eran personas mayores las que actuaban y se aprendían mejor los diálogos y los cantos y el disfraz era más acorde al personaje, dentro de lo cómico y chusco, había ese toque de formalidad. 

En algunas escuelas se está promoviendo esta tradición que se niega a morir, ojalá y todos, autoridades, maestros, padres de familia y la sociedad en general apoyados por los medios de comunicación y sobre todo los jóvenes, contribuyan al rescate de esta chusca tradición, organizando concursos y estimulando a los grupos de jóvenes que deseen participar, con recursos en especie, como lo hace el Ayuntamiento con los que confeccionan los globos…

Por mi parte es todo, deseo que tengan un año nuevo 2014, lleno de salud, paz, bienestar familiar y prosperidad, en todo lo que emprendan. Que Dios les bendiga abundantemente.

Con dedicatoria especial a mi consejo, al cual aprovecho la oportunidad para agradecerles todas sus valiosas aportaciones, para el desempeño que como cronista tengo que realizar de nuestro municipio, tal como me lo manda la Ley Orgánica del Estado Libre y Soberano de Veracruz y son: Doña Emilia del Prado Peláez, Carmen Ramos Fuster, Don Joel Sosa Moreno, Lic. Luis Miguel Díaz del Castillo Rodríguez, Don Luis Pérez Turrent y el Arq. Felipe Ranero García.

Profr. Sixto Carvajal/Cronista de San Andrés Tuxtla.