Vie. Mar 29th, 2024

Gracias a la denuncia ciudadana….
En el norte es donde ha predominado más el robo de ganado y en el sur de la entidad es el secuestro, que es cometido por delincuentes comunes y por no bandas criminales

René Carlos Aguilar Páez 1Agencias / Xalapa, Ver.—Elementos de la VI R.M. La Boticaria, Ver., al mando del Gral. de División D.M.P. René Carlos Aguilar Páez, a principios de esta semana liberaron a una persona en Los Naranjos.

                Es así como elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), han ido desarticulando más de 25 secuestros en todo el territorio veracruzano, incluyendo el del miércoles rescatando a una persona que había sido plagiada en la parte norte de Los Naranjos.

                Según informó ante la PRENSA el Comandante Rene Carlos Aguilar que el mapa de delitos marca que en la zona de Veracruz la ciudadanía padecen más el robo de ganado, mientras que en el sur el índice es sobre el secuestro de personas.

 

Carteles del Narcotráfico:

Ya no es elitista, se produce en grandes cantidades, mueve miles de millones de dólares y cambió la economía de muchas familias, hablamos del secuestro, una nueva industria en auge, flagelo de chicos y grandes, de ricos y pobres.

Gavin Strong, analista global de riesgos especializado en México, de la consultora de riesgo, Control Risks afirmó que en su reporte Risk Map 2013, que México es el segundo lugar mundial en secuestros.

En opinión del experto inglés hace seis años, al inicio de la guerra contra el narco, los estados fronterizos con Estados Unidos como Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua, eran las únicas que registraban una grave situación de inseguridad, sin embargo hoy San Luis Potosí, Veracruz, Guerrero, Jalisco, Durango, Michoacán, tienen problemas muy graves con grupos de delincuencia organizada.

Pese a que América Latina dejó en el 2012 de ser la región con más secuestros, destaca Control Risks que- México siguió ascendiendo de lugar en sus mediciones

El despacho británico identifica a Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Jalisco, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y Veracruz como Estados que presentan un “riesgo alto” para la seguridad. Control Risks explica que “riesgo alto” sólo está detrás del nivel “riesgo extremo”, donde no existen ni leyes ni ordenar.

 

Diversificar y controlar

El narcotráfico no bastaba y como buenos hombres de negocios, los mafiosos diversificaron sus actividades. Así se dispararon los índices de extorsiones, prostitución y tráfico de personas.

En esta macabra competición, sólo Nigeria le gana a México en secuestros. En la lista de los 10 países con más alta nota se encuentran Afganistán, Venezuela, Iraq, Líbano, Colombia, Kenia o Siria.

Control Risk afirma que las cifras de secuestro en México reflejan que los Zetas y el Cártel de Sinaloa están enfrascados en una violenta guerra territorial.

“Ambos grupos utilizan el secuestro como una estrategia para ejercer el control sobre sus territorios, así como para obtener fondos”, afirma la consultora de riesgos.

Antes, en los años setenta y ochenta se secuestraba a los muy ricos, después a la clase media, y luego a los pobres y a los migrantes centroamericanos que aunque no tienen dónde caerse muertos, son muchos. La cantidad se impuso sobre la calidad. También se plagian perros y gatos, a veces los miembros más queridos de las familias.

Hay una modalidad llamada secuestro expres. La víctima es llevada a un cajero automático, la obligan a retirar la cantidad más alta posible. Como hay un límite cada 24 horas, entonces el plagiado es retenido hasta el día siguiente para poder llevarlo otra vez a retirar dinero del cajero. También se producen autosecuestros.

Leyes duras y autoridades cómplices

La atención de las autoridades está enfocada al trasiego de drogas y armas, pero el secuestro no está entre sus prioridades. Pero hay que reconocer que las leyes que condenan este crimen de alto impacto son más duras que nunca, sobre todo si quien está involucrado es servidor público, autoridad o miembro de las fuerzas policiacas.

Hasta octubre del 2010 la pena máxima era de 40 años de cárcel, pero con las modificaciones introducidas en el Código penal pueden ser hasta de 70 si la víctima es mutilada o asesinada. Además, hay una gran reglamentación sobre las víctimas, sus secuestradores y sus circunstancias. Hay que tener en cuenta si son familiares, si hubo violencia, si son menores de edad o mayores de 60 años, etcétera.

Incluso ya hay reglas sobre las negociaciones. Por ejemplo, el Artículo 366 Bis dice literalmente: “Se impondrá pena de dos a diez años de prisión y de doscientos a mil días multa, a quien:

I Actúe como intermediario en las negociaciones del rescate, sin el acuerdo de quienes representen o gestionen en favor de la víctima;

II. Colabore en la difusión pública de las pretensiones o mensajes de los secuestradores, fuera del estricto derecho a la información;

III. Actúe como asesor con fines lucrativos de quienes representen o gestionen en favor de la víctima, evite informar o colaborar con la autoridad competente en el conocimiento la comisión del secuestro;

IV. Aconseje el no presentar la denuncia del secuestro cometido, o bien el no colaborar o el obstruir la actuación de las autoridades;

V. Efectúe el cambio de moneda nacional por divisas o de éstas por moneda nacional sabiendo que es con el propósito directo de pagar el rescate a que se refiere la fracción I del artículo anterior;

VI. Intimide a la víctima, a sus familiares o a sus representantes o gestores, durante o después del secuestro, para que no colaboren con las autoridades competentes.»

Lo que más duele es la impunidad

Cada vez que es atrapada alguna banda de secuestradores, se descubre que casi siempre alguno de sus miembros es un policía en activo y que muchos ministerios públicos son cómplices y avisan a los criminales apenas la familia de la víctima levanta la denuncia. Los secuestradores reaccionan de inmediato castigando a su cautivo y a la familia. ¿Entonces a quién acudir? ¿Con quién quejarse?

Enrique Peña Nieto nuevo presidente de México prometió reducir las tasas de homicidio y secuestro en 50% . La pregunta es ¿podrá?