Jue. Mar 28th, 2024

  • Constructor de Hidalgo, dueño de dos residencias que habitó el Secretario de Gobernación, obtuvo en forma triangulada la ejecución de una obra de PEMEX

 

Agencias | Ciudad de México.- Un contrato que PEMEX había asignado a la constructora brasileña Odebrecht mediante el supuesto pago de sobornos terminó parcialmente en manos del casero del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

De acuerdo con documentos obtenidos por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), Odebrecht cedió a subcontratistas toda la obra que PEMEX le había asignado en diciembre de 2013 para la modernización de la refinería de Tula, y entre las empresas que resultaron beneficiadas estaban dos constructoras propiedad del casero de Osorio.

La obra que fue cedida a subcontratistas ha sido señalada ante distintas autoridades de México y Brasil de haberse ejecutado mediante actos de corrupción, como asignaciones directas a cambio de 6 millones de dólares en sobornos y sobrecostos de hasta 300% en materiales.

El contrato original asignado a Odebrecht fue de 1,666 millones de pesos (IVA incluido), pero se elevó a 2,686 millones de pesos, debido a que se subcontrató prácticamente toda la obra, de acuerdo con el expediente al que MCCI tuvo acceso.

Grupo Constructor Tulancingo y Construcciones Sky Universal, propiedad del empresario hidalguense Carlos Aniano Sosa Velasco, aparecen como subcontratistas de Odebrecht en el contrato PXR-OP-SILN-SPR-CPMAC-A-414, cuyo expediente fue turnado por PEMEX a la Procuraduría General de la República (PGR) para integrarlo a la investigación del caso, y del cual MCCI obtuvo copia.

Aniano Sosa -el subcontratista de Odebrecht- es el dueño de dos residencias que Osorio Chong ocupó en Bosques de Las Lomas y en Lomas de Chapultepec a partir de 2011, cuando concluyó su periodo como Gobernador de Hidalgo y se mudó a la Ciudad de México para sumarse a la campaña presidencial del entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto.

La primera casa que habitó Osorio Chong en la Ciudad de México entre 2011 y 2014 es propiedad de Construcciones Sky Universal SA de CV, una de las empresas que subcontrató Odebrecht en Tula, Hidalgo. Posteriormente, el titular de Bucareli ocupó otra residencia de otra empresa constructora de Aniano.

 

Se asocian a empresa «recomendada «por Lozoya

 

Para ejecutar la obra en la refinería de Tula, Sky y Grupo Constructor Tulancingo –la otra empresa del casero de Osorio- se aliaron con Construcciones Industriales Tapia (CITAPIA), que ha sido señalada por un delator de Odebrecht de haber sido recomendada por Emilio Lozoya para obtener contratos con PEMEX.

En los documentos obtenidos por MCCI aparecen los membretes de esas tres empresas como contratistas en la obra denominada “acondicionamiento de sitio para el aprovechamiento de residuales de la refinería de Tula”, que había sido asignado por PEMEX a Odebrecht en diciembre de 2013 a un costo de 1,666 millones de pesos (equivalente a 115 millones de dólares de entonces), pero que terminó costando 66% más cara.

“En 2011, había sido Lozoya quien recomendó a Odebrecht que se asociara a una empresa local, la contratista Construcciones Industriales Tapia, para participar en la futura licitación de la construcción de una nueva refinería en Tula”, publicó el pasado 13 de agosto el diario brasileño O’Globo, al revelar la delación jurada que había presentado ante la Procuraduría de Brasil el ex director de Odebrecht en México, Luis Alberto de Meneses Weyll.

“El dueño de CITAPIA, Juan Carlos Tapia, era de la ciudad de Tula y transitaba entre todo el espectro político y en las tres esferas de gobierno, siendo capaz de, asociado a la experiencia de Odebrecht, conquistar la millonaria obra que se avecinaba”, abundó O’Globo al parafrasear la delación de Weyll.

En el expediente del contrato asignado a Odebrecht en la refinería de Tula aparecen como subcontratistas las empresas Grupo Constructor Tulancingo y Construcciones Sky Universal, ambas propiedad del casero del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. En los documentos que Pemex entregó a Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, tapó con tinta negra las descripciones de los trabajos cedidos a subcontratistas.

 

Soborno de 6 millones de dólares

 

A principios de 2013, Weyll se acercó otra vez a Lozoya –ya para entonces director de PEMEX- para informarle que ya se había asociado con Tapia y le pidió “su apoyo para influir sobre los miembros del Consejo de Administración” para la asignación de contratos a Odebrecht, según la delación a la que también tuvo acceso la organización mexicana El Quinto Elemento.

Fue entonces que se negoció el pago de un soborno, de acuerdo con la confesión de Luiz Mameri, director para América Latina de Odebrecht, obtenida por El Quinto Elemento: “En 2013, Luis de Meneses me informó que estaba participando en la licitación de un proyecto para ampliar la refinería Miguel Hidalgo, promovida por Pemex, cuyo presidente era Emilio Lozoya. Me dijo que a petición de Emilio Lozoya se fijó un pago de seis millones de dólares para apoyar a la compañía a ganar el concurso. Autoricé los pagos”.

La confesión de Mameri coincide con la investigación que del caso ha seguido el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

“Odebrecht aceptó pagar un soborno a un funcionario de alto nivel de una empresa propiedad del Gobierno mexicano a cambio de que ayudara a Odebrecht a ganar un proyecto. Entre diciembre de 2013 y finales de 2014, Odebrecht, a través de la División de Operaciones Estructuradas (la oficina de sobornos), pagó al funcionario 6 millones de dólares”, cita el expediente de las autoridades estadounidenses.

Esa misma obra, señalada en EU y Brasil por actos de corrupción, ya fue sancionada en México por la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación, que en sendas investigaciones realizadas este año determinaron pagos indebidos e indicios de corrupción.

 

Lozoya ha negado en repetidas ocasiones las imputaciones hechas en las declaraciones juradas en Brasil.

 

Odebrecht cede contrato

 

La constructora brasileña Odebrecht presentó el 2 de diciembre de 2013 una propuesta a PEMEX para ejecutar las obras de ampliación en Tula a un costo de 115 millones de dólares, y once días después –el 13 de diciembre- se le asignó el contrato.

 

El 13 de diciembre de 2013, Odebrecht notificó a Pemex que integraría como subcontratista a Construcciones Industriales Tapia, empresa que según delatores ante la Fiscalía de Brasil, fue recomendada por el ex director de Pemex, Emilio Lozoya. En una carta fechada al día siguiente, Tapia describió las obras que le habían cedido en Tula.

De acuerdo con el expediente obtenido por MCCI, Odebrecht notificó a PEMEX el mismo día que obtuvo el contrato que integraría a CITAPIA como subcontratista encargada de ejecutar la mayor parte de la obra que fue asignada ese mismo mes.

El oficio de notificación fue enviado a Leonardo Cornejo Serrano, subdirector de proyectos de PEMEX, y uno de los funcionarios investigados por la PGR por su posible involucramiento en actos de corrupción.

En el expediente hay una carta de CITAPIA en la que enlista las obras que realizaría para Odebrecht: trazo y nivelación de terreno, desmonte, despalmes con maquinaria, cargas y acarreo de material, terraplenes en plataformas, camino de acceso a la refinería de 26 metros de ancho, así como “cualquier otro trabajo relativo al contrato”. Es decir: Odebrecht le cedió la ejecución de prácticamente todo.
CITAPIA, a su vez, se alió con las empresas hidalguenses Construcciones Sky Universal y Grupo Constructor Tulancingo, para ejecutar la obra, según consta en los documentos en poder de MCCI.

En el expediente entregado por PEMEX hay tres anexos con 366 páginas, en los que aparecen los membretes de las tres compañías asociadas, con fotografías que acreditan su experiencia y capacidad técnica en otros trabajos similares, así como una relación de maquinaria y equipo de construcción con que contaban en ese momento para ejecutar la obra de Tula.

Las fotografías y descripciones de esos anexos fueron cubiertas con tinta negra por la Unidad de Transparencia de PEMEX, con el argumento de que se trata de información confidencial de terceros (los subcontratistas) presentada por la contratista (Odebrecht). Lo único visible son los logotipos, los sellos de PEMEX e información parcial.

El membrete de Construcciones Sky Universal, propiedad del casero de Osorio, aparecen en la relación de maquinaria que se puso a disposición de Odebrecht. Las fotografías fueron censuradas por Pemex.

 

Una obra inflada… por subcontratación

 

MCCI tuvo acceso a los contratos y ampliaciones firmados por Odebrecht en Tula, en los que queda en evidencia que cobró un sobrecosto del 66%.

El contrato original en la obra asignada en diciembre de 2013 era por 1,666 millones de pesos (IVA incluido), pero costó 2,686 millones, tras dos ampliaciones autorizadas en noviembre de 2014 y en mayo de 2015.

Una auditoría concluida en octubre del presente año determinó que el incremento en el costo se debió a que Odebrecht subcontrató prácticamente toda la obra.

“La entidad fiscalizada subcontrató todos los trabajos y no justificó cómo llevó a cabo el mercadeo para determinar los precios pagados en el contrato”, determinó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

En la revisión de la obra se descubrieron pagos en exceso a Odebrecht por 708 millones de pesos, con sobrecostos de hasta 300% en algunos insumos.

Además, se detectaron pagos improcedentes a la misma constructora por otros 245 millones.

En suma, el daño al erario público tan sólo en esa obra en Tula lo cuantificó el órgano fiscalizador en 953 millones de pesos.

La auditoría también puso en evidencia la triangulación de la obra. Un ejemplo: Odebrecht subcontrató a una empresa para que manejara material contaminado que se extrajo de la refinería, y ésta a su vez contrató a otra compañía, lo que provocó sobrecostos.

Esta subcontratación fue por 956 millones de pesos, que representó el 40% del importe pagado en todo el contrato. El informe de la auditoría no menciona los nombres de esos subcontratistas.

El manejo del material contaminado se autorizó en una de las dos ampliaciones de contrato otorgadas a Odebrecht.

El contrato original fue firmado por Jesús Lozano Peña, subdirector de Proyectos de PEMEX; Armando García Espinosa, subdirector de administración; Leonardo Cornejo Serrano, coordinador de proyectos de modernización; José Aarón Marrufo Ruiz, subgerente de Procura y Conrado Claudio Cristian Nava Aguilar, gerente de contratos de obra pública.

 

Mientras que las dos ampliaciones las firmó Gustavo Escobar Carré, apoderado de PEMEX. Tanto en el contrato original como en las ampliaciones firmó como representante de Odebrecht Luis Alberto de Meneses Weyll, en aquel entonces director de la compañía en México y actualmente delator colaborador ante las autoridades brasileñas.

 

Las residencias

 

En su edición del 11 de abril de 2015, la revista Proceso publicó que el Secretario de Gobernación había habitado dos viviendas que eran propiedad del contratista hidalguense Carlos Aniano Sosa Velasco.
Según la revista, entre agosto de 2011 y junio de 2014, Osorio Chong habitó una residencia en la calle Bosques de Manzanos 333, en el fraccionamiento Bosques de las Lomas, y luego se mudó a una vivienda en Paseo de las Palmas 1380, en Lomas de Chapultepec, escrituradas ambas a nombre de las empresas de Aniano Sosa.

En respuesta a ese reportaje, Osorio Chong hizo circular una carta en la que reconoció que habitó las dos residencias, pero que lo hizo mediante un contrato de arrendamiento, el cual no mostró y del cual tampoco dijo el pago mensual que realizaba al constructor de Hidalgo, estado del que él fue Gobernador.

La relación de Osorio con su casero data de los tiempos en que fue Gobernador de Hidalgo, cuando las empresas de Aniano Sosa tuvieron un despegue espectacular.

En bases de datos de Compranet consta que Grupo Constructor Tulancingo y Construcciones Sky Universal, dos de las empresas de ese empresario multiplicaron 10 veces sus contratos en Hidalgo cuando Osorio Chong fue gobernador de aquel estado, y mantuvieron su auge en los primeros años del actual gobierno federal.