Mar. Mar 19th, 2024

La necesidad del hombre y su arrogancia

acabará por destruir lo que tenemos

pues depreda y con suma tolerancia

lo dejamos, después nos lloraremos.

 

Hay un grave desprecio a los valores,

todo marcha según la conveniencia.

Con dinero se cubren los errores

y de engaños se nutre  la indolencia.

 

Si sabemos que el hábitat tuxtleco

declarado fue zona protegida,

¿Por qué, entonces, dejamos que algo chueco

lo destruya y no hay nadie que lo impida?

 

Despreciable será quien no defienda

lo que Dios nos dejara como herencia,

por cobarde, o quizá porque no entienda

que un erial dejará a su descendencia.

 

Pablo B. Pineda Cortés / Abril 18-2014.