tenemos muchas cosas que decirnos
bien sabes claramente que podría
morir de decepción al despedirnos.
No es justo que termine de repente
aquello que hace tiempo nos ha unido,
pensándolo muy bien, pues francamente
jamás olvidaremos lo vivido.
Serénate, mujer, piensa y razona,
que a veces el rencor ciega la mente,
intenta comprender y reflexiona
que al irte será todo diferente.
Vamos a dialogar sin enojarnos,
es mucho en realidad, lo que perdemos,
si vamos, por error, a separarnos
mejor es, en verdad, que lo pensemos.
Mañana Dios dirá. ¡Vamos espera!,
no intento presionarte, pero sabe:
si unimos nuestro ser en primavera
no es justo que en invierno esto se acabe.
Pablo B. Pineda Cortés / Julio 15 2014.