Mar. Abr 16th, 2024

¿Conoces en verdad a tus hijos, qué hacen, dónde van, quiénes son sus amigos?…
Crisis económica aumenta la violencia intrafamiliar, explotación infantil, prostitución, injusticia social, entre otros más.
Tan lacerante realidad obliga a los gobiernos a tomar medidas extremas para tratar de alguna manera erradicarlos.

FLAGELOS QUE PREDOMINAN EN EL SENO FAMILIAR 1Abel Cadena Pérez / Catemaco, Ver.—“En la adversidad de los demás, encontramos siempre algo que no nos disgusta, aquel que fue una especie de ángel quedó suspendido en el tiempo por la fatalidad, y de repente lo que prometía devenir un futuro halagüeño y seguro se desquició, y dejó de ser una aparición maravilla”.

La violencia intrafamiliar, la explotación infantil, el turismo sexual, la prostitución y la injusticia social, siguen siendo las mayores amenazas que hacen peligrar el desarrollo y futuro de niños, jóvenes y mujeres de gran parte de nuestro Estado de Veracruz.

Tan lacerante realidad obliga al gobierno estatal, regional y municipal a tomar medidas extremas para tratar de alguna manera de erradicar formas de trabajo infantil como esclavitud, tráfico de niños, niñas, la servidumbre por deudas, así como la utilización de menores de edad en las redes del narcotráfico, prostitución y pornografía que están asociadas con el flagelo de la pobreza, marginación, el abuso, el maltrato, la desintegración familiar y la ignorancia.

Además de aquellos derivados de una disfuncionalidad jurídica e institucional; porque perdidos los valores existe descomposición y desintegración familiar por lo que algunos jóvenes han ido tan lejos en su aventurerio y frivolidad que llegan a mezclar en franco libertinaje: droga, sexo, dinero, violencia, agresión, convirtiendo todo vicio en objeto de mercado y lucro o en veta inagotable para el chantaje familiar, personal, la extorsión, la intimidación, la amenaza hasta llegar a la comisión de crímenes o asesinatos ¡Y todo por su pequeña gloria viviente de jóvenes desatados!

Se van desarrollando en un mundo donde capea la absoluta decadencia, es triste ser padre o madre de una generación decadente de estos tiempos de cólera-social, donde todo influye con la falta de identidad, la carencia de un patrón firme de valores de referencia amoral y social, la debilidad extrema de un sistema educativo amoral y finalmente la secuela de el desempleo, la inseguridad, la desigualdad, la pobreza extrema, la crisis económica tan devastadora de las últimas dos décadas ha orillado a muchos adolescentes de nuestro tiempo, a torcer el rumbo a buscar parapetos exhibicionistas como forma burda para llenar su vacío existencial y su total despersonalización.

Aun en el caso de quienes han optado por preferencias distintas al estándar en la heterosexualidad, siempre hoy en día se constata tal denigración de hábitos y patrones de conducta en los jóvenes que ni siquiera saben conducir con ética formas legítimas de opción y libertad Humanas.

¿Cómo es posible que en muchos hogares se viva tal desintegración familiar al grado que los propios padres ignoren el desplome espiritual, psíquico, moral y ético de sus hijos? En ese rubro se ha hecho mucho; tal vez, falta mucho más por realizar… ¿Conoces en verdad a tus hijos, qué hacen, dónde van, quiénes son sus amigos? Vivir para conocer.

Sí, muchas veces es necesario acercarse a tal grado a los hechos de la vida; que solo estando inmersos puede uno conocer sus disímbola y complejas facetas. Se ha hecho poco por lo mucho que falta por hacer.