Los tres eran originarios de Isla y estaban como desparecidos desde el pasado domingo.
Los dos hombres habían acudido a un bar, de donde fueron sacados por sujetos con armas de fuego, llevándose también a la mujer que laboraba como mesera.
Germán Méndez Rodríguez / Playa Vicente, Ver.—Identificaron familiares los cuerpos hallados el martes 28 de julio a un costado de la carretera estatal Playa Vicente – Isla a la altura de la localidad Tierra Nueva, todos ellos originarios de Isla.
Como se dio a conocer en la pasada edición, los cuerpos de dos hombres y una mujer fueron hallados cerca del lugar donde el pasado martes 21 del mes en curso, aparecieran dos personas ejecutadas a orillas de esta misma carretera.
Los cuerpos presentaban impactos de bala en la cabeza, mismos que se encontraban envueltos en bolsas de nylon negras y amarradas con cinta canela.
Tras darse a conocer sobre dicho hallazgo, familiares de unas personas que habían sido reportadas como desaparecidas el pasado domingo, se trasladaron al municipio de Playa Vicente para identificar los cuerpos, resultando ser las personas que buscaban.
Los ahora finados respondían a los nombres de Lucio Tapia Molina, de 29 años de edad, quien trabajaba en una verdulería e Isaac Caballero Pérez, de 32 años de edad, quien era voluntario de la Cruz Roja de Isla, ambos con domicilio en Melchor Ocampo esquina 5 de Mayo de la colonia Centro de la ciudad Piñera.
Y Concepción López Deceano, de 22 años de edad, quien trabajaba como mesera en el bar “Rio de Janeiro”, ubicado en calle Francisco I. Madero de la colonia Centro de Isla y la cual tenía su domicilio en calle López Rayón, sin número de la colonia Centro.
A decir de los familiares, Lucio e Isaac eran primos y habían acudido al bar “Rio de Janeiro” el pasado domingo al medio día y una hora después aproximadamente, habían sido sacados del bar, por sujetos desconocidos quienes portaban armas de fuego, llevándose también a la mesera.
Tras realizar el papeleo correspondiente, los tres cuerpos fueron entregados a sus familiares, para trasladarlos a su ciudad de origen y darles cristiana sepultura.