La gran expectativa que ha generado el partido de este sábado entre las selecciones de México y Estados Unidos vendió las 90,000 localidades del Rose Bowl de Pasadena y limitó los boletos disponibles en reventa.
Hasta 1,500 dólares puede costar una entrada para disfrutar desde una zona exclusiva del estadio el juego que definirá al representante de la Concacaf en la Copa Confederaciones Rusia 2017.
StubHub, el mayor revendedor en internet de boletos para eventos deportivos, sólo tenía disponibles 4,000 asientos para el encuentro y su precio promedio era de $180. Originalmente, las entradas tenían un precio de $65 a $300.
“Es un juego extremadamente popular”, dijo Cameron Papp, vocero de StubHub. “Este es el juego de futbol más importante para Estados Unidos y también para México que tengamos en este país”.
Este jueves la empresa cerrará su reventa pues concede un período para que el vendedor original envíe por correo la entrada al comprador. El miércoles, el boleto más barato era de $125.
El sitio Stadiumpasadena.com vendía entradas desde 130 dólares, mientras que Vividseats.com las ofrecía desde $121. No está claro cuántos asientos tienen disponibles ambas empresas.
Ya que las 90,000 localidades del Rose Bowl están agotadas, los boletos que ofrecen estos portales son de personas que los están revendiendo a través de un agente especializado.
En Craigslist, sin la garantía de que los boletos ofrecidos sean auténticos, se venden desde $119.
“Incluso cuando el partido está totalmente vendido aún se pueden conseguir entradas”, dijo Papp, quien indicó que es probable que revendedores informales intenten hacer “su agosto” afuera del estadio. “Pero siempre hay un riesgo de fraude”, advirtió el portavoz.
Los boletos fueron sorteados
Para no inclinar la balanza hacia ningún equipo, la Concacaf sorteó los boletos en esta ocasión. Desde el pasado 9 de septiembre el organismo aceptó el registro de los interesados y a partir del 18 de ese mes les notificó a los ganadores que sólo podían adquirir hasta seis entradas por solicitud.
En Pasadena también hubo un incremento en el alquiler de habitaciones de hotel atribuido al juego.
Se esperaba que este fin de semana visiten esa ciudad unas 100,000 personas provenientes de México, distintas partes del país, así como del Sur de California.
“Será un partido como de Copa del Mundo”, le dijo Darryl Dunn, directivo del Rose Bowl, a la prensa.
Arturo González, un fanático del balompié mexicano que vive en el Sur de Los Ángeles, pone cara de sorprendido al enterarse del elevado costo para ver jugar a la selección de su país.
“Con 800 dólares pago la mitad de la renta y si le sumamos que en mi familia somos cinco, pues mejor vemos el juego en la tele”, dijo. “Y lo veré solo, porque si no, hay que hacer carne asada”.
Este mexiquense que ha vivido en Estados Unidos desde hace 25 años se declara “neutro” en el juego del sábado por los logros del equipo de las barras y las estrellas.