“Remedio casual”
Conocemos de sobra las propiedades curativas de la miel y de la jalea real; pero hay otra sustancia, elaborada también por las abejas, que según informes procedentes de Yugoeslavia supera a los anteriores por ser un auténtico antibiótico natural que puede utilizarse para combatir un gran número de infecciones y enfermedades.
REMEDIO CASUAL “PRÓPOLIS”
El primer informe sobre las cualidades curativas del própolis proviene también de Yugoeslavia, Rado Seifert, otro apicultor que tuvo la desgracia de que una pierna se le gangrenara y que no estaba dispuesto a que le amputaran el miembro, decidió buscar la forma de curarse por su cuenta. Como apicultor, conocía las cualidades curativas de la miel y decidió cubrir su pierna con una capa de ella. En su prisa por sacar de la colmena la mayor cantidad de miel, la extrajo combinada con un alto porcentaje de própolis y se la untó en toda la pierna.
A los pocos días, Seifert pudo constatar que la herida del pie no sólo había cicatrizado, sino que toda su pierna estaba en perfecto estado. Fue a ver al médico que le había diagnosticado la gangrena y este quedó sorprendido por la súbita curación, decidiendo utilizar él mismo la miel mezclada con própolis. Siguió el tratamiento con pacientes que obtuvo resultados tan sorprendentes que la “milagrosa” mezcla empezó a utilizarse en buena parte de Yugoeslavia para curar todo tipo de heridas.
ESTA ES UNA APORTACIÓN CULTURAL DE: CARLOS AZAMAR HAGMAIER.