Jue. Abr 18th, 2024

REFLEXIONAbel Cadena Pérez / Catemaco, Ver.—“Si la pálida MUERTE se aplacara, con que yo mis riquezas le ofreciera… Si el oro y la plata para si quisiera, y a mí la dulce vida me dejara, ¿Con cuánto ardor entonces me afanara? Por adquirir el oro y si viniese, a terminar mis días la parca fiera, ¿Cuan ufano mi vida rescatara? Pero ¡Ah! No se libera nunca de su saña, el sabio, el rico, el valiente, en todos ejercita su guadaña”. ¡Hay otros muertos tal vez amigos que dejan de serlo!

El 2 de Noviembre se dice día escogido por la Santa Madre, la Iglesia Católica, Apostólica y Romana para dedicarlo a los Fieles Difuntos ancestralmente, por conducto de los pueblos indígenas de esas épocas coloniales que de alguna manera importante entraban en cauce frailes católicos, aunque por ahí se diga que la iglesia no inventó EL DÍA DE MUERTOS, ya que la iglesia primitiva no solo NO celebraba ningún día de difuntos, sino que también intentó acabar con la costumbre pagana europea de ir a rendirle tributo a los que ya no estaban en este mundo.

Se sabe que el origen del día de los Fieles Difuntos está perdido en la historia y se debe al espantable ulular de los vientos, en la oscuridad de las aldeas, de los pueblos, de sus callejuelas con sus llantos de la LLORONA, comprensible tal vez pensar que una MADRE gemía por sus hijos, creyéndose también que eran los muertos que les reclamaban a los vivos el abandono en los que tenían en el cementerio, eso ocurría en octubre y noviembre, o época memorable.

Asustada la gente corría a sus tumbas a llevarle a sus muertos algo para calmarlos, tranquilizarlos, para asegurarles que no estaban en el olvido sino presentes en sus corazones, en eso la iglesia no pudo detener a la gente, TIEMPOS AQUELLOS SEÑOR SAN SIMON, los muertos no tenían porque perturba a los vivos, porque ya estaban juzgados por DIOS, amén de que estaban en espera de la RESURRECION prometida, no tenían por qué reclamar nada.

JESUS ya había muerto en la CRUZ para redimirlos, HOY de hecho el 2 de noviembre no es un día para todos los muertos, sino solo para los “Fieles Difuntos”, amén de que hayan sido fieles católicos o no, pensamos en nuestros muertos con viento o sin viento, por un recuerdo, por una canción, porque nos hacen falta, ya que el fenómeno de la MUERTE siempre nos ha asombrado, se nos cae la alegría ya que si nos avisan que un familiar murió o algún amigo, caemos en duelo y el desconsuelo como si nosotros fuésemos eternos “A saber lo que nos pasa por dentro…”

Tal vez sea la esperanza la que nos alegra y la desesperanza la que nos hunde al no saber nuestro calendario vital ¿Será que para los muertos, los vivos dejan de serlo?