Vie. Abr 19th, 2024

 

 

CORTESÍA DE EL MAÑANERO

ACAYUCAN, VER.

 

Después de permanecer diez días en la fría plancha del Servicio Médico Forense, ayer viernes al mediodía finalmente fue enterrado en la fosa común el cuerpo de un septuagenario que falleció el pasado uno de agosto, pero al parecer a la fiscal tercera Margarita Enríquez Ponce y a su recién nombrado jefe, fiscal regional Lauro Erick Huidoboro Chávez, se les olvidó que tenían un cuerpo y apenas ayer se acordaron, disponiendo que fuera por fin enterrado en la fosa común.

En lo que parece ser un grave descuido de la Unidad Integral de Procuración de Justicia en la ciudad de Acayucan, el cuerpo del septuagenario Miguel Ruiz Olivera, de 71 años de edad, fallecido el primero de agosto por lo que parece fue un paro cardiaco, permaneció por aproximadamente diez días en la fría plancha del Servicio Médico Forense, ubicada a un costado del panteón local, sin que la fiscal tercera, encargada del caso y su jefe inmediato, Lauro Huidoboro Chávez, se acordaran de inhumarlo como corresponde por ley.

De acuerdo a esto, un cuerpo que no ha sido identificado o reclamado por sus familiares, debe ser enterrado en un máximo de tres días, debido a las normas de salubridad por la descomposición del cuerpo en su estado natural, que arrojaría consecuencias graves para quienes forzosamente deben estar respirando los nauseabundos olores.

Y es que las quejas comenzaron a llegar por los mismos visitantes al panteón local, quienes argumentaron no soportar la pestilencia emanada del Servicio Médico Forense y es como se acordaron las autoridades que tenían un muerto sin ser identificado de manera oficial.

Fue el mediodía de ayer viernes cuando el cuerpo por fin fue enterrado en la fosa común, en lo que parece ser un descuido fatal por parte de la Unidad Integral de Procuración de Justicia.