Monterrey, Nuevo León, 29 de abril de 2025. — En medio de una fuerte controversia en redes sociales, la influencer conocida como Lupita TikTok habló por primera vez desde el hospital sobre la situación de su hija, cuyo paradero ha generado preocupación y rumores de una posible intervención por parte del DIF.
En un video que se viralizó en TikTok, Lupita expresó entre lágrimas su dolor e incertidumbre:
“Quiero de regreso a mi niña, la quiero mucho, estamos esperando las noticias que qué tiene, ahorita voy a subir pa’rriba a ver qué me dicen. Yo la quiero mucho, es mi hija, la respeto, la adoro, la cambio, la arreglo, yo también me arreglo.”
La joven madre fue vista en las inmediaciones del hospital, presuntamente después de que su hija fuera internada por un cuadro de deshidratación. Sin embargo, versiones no confirmadas señalan que la bebé habría sido puesta bajo resguardo del DIF en un centro de atención infantil, debido a sospechas sobre el estado físico y emocional de los padres, quienes, según testimonios, podrían haber estado bajo los efectos de sustancias.
Por su parte, Mariana Rodríguez, titular de la oficina AMAR a Nuevo León, confirmó que el caso ya está siendo atendido por las autoridades:
“Ya está el DIF enterado de esto, ya está interviniendo y lo más probable es que la bebé llegue a Capullos”, declaró en referencia al centro especializado para menores en situación de vulnerabilidad.
La situación ha generado una ola de reacciones en redes sociales, con usuarios divididos entre la empatía hacia la joven madre y la preocupación por el bienestar de la menor.
Reflexión
Este caso, que ha captado la atención nacional, pone sobre la mesa una pregunta profunda y dolorosa: ¿Está Lupita realmente en condiciones de cuidar a su hija? Más allá de la fama y la viralidad, está la vida de una niña cuya seguridad y desarrollo emocional deben ser prioridad. La ternura de una madre no siempre basta si no va acompañada de estabilidad, madurez y responsabilidad. La respuesta definitiva deberá venir de las autoridades competentes, pero el debate público refleja una genuina consternación: entre el deseo de ayudar a una madre joven y vulnerable, y el deber de proteger a una menor en posible riesgo.