Jue. Abr 18th, 2024

Permitirá un ahorro por más de 8 mil millones de pesos
Se trata de una herramienta financiera para dinamizar las finanzas estatales

Comunicado de PRENSA, Xalapa, Ver.— Por mayoría de votos, el Congreso del Estado aprobó la reestructuración de la deuda pública para fortalecer las finanzas de la administración pública estatal, pues se mejorarán las tasas de interés, así como los plazos y un ahorro por el orden de los 8 mil 128 millones de pesos.

A partir de un proyecto de decreto del titular del Poder Ejecutivo, la LXII Legislatura del Estado aprobó este jueves la propuesta de reingeniería financiera, pues su aplicación permitirá fortalecer la economía estatal y aumentará, al mismo tiempo, la certeza para la llegada de nuevas inversiones y capitales foráneos.

Al presentar los argumentos para la reestructuración, el titular del Poder Ejecutivo explica, en su iniciativa, que los fenómenos meteorológicos han provocado severos daños a la infraestructura básica y al patrimonio de los veracruzanos, por lo que el Gobierno del Estado ha realizado acciones emergentes y reorientado recursos presupuestales para apoyar inmediatamente a la población, y atender las afectaciones.

Así que la reestructuración de la deuda pública permitirá fortalecer las finanzas estatales y cumplir con las metas de orden financiero que se establecen en el Plan Veracruzano de Desarrollo 2011-2016.

Al hacer uso de la tribuna, el diputado Carlos Aceves Amezcua explicó que Veracruz necesita renegociar el pago de la deuda pública, pues las condiciones del 2009, cuando se contrataron los créditos, son distintas a las actuales y Veracruz puede conseguir –en este momento— tasas preferencias y mejores plazos.

“Sin embargo, hoy en día el contexto económico es distinto y Veracruz tiene la oportunidad de acceder con esta reestructuración a condiciones preferenciales, lo que cual se reflejará en ahorros significativos en las finanzas estatales”, expresó el legislador local.

En tanto, la diputada Karime Aguilera Guzmán precisó que la reestructuración no implica nuevas obligaciones crediticias, pues se trata de una herramienta que inyectará dinamismo a las finanzas estatales.