Domingo Villegas Chontal / San Andrés Tuxtla, Ver.—Los cafres del volante siempre existen en la Región de Los Tuxtlas, y cuando un hay un atropellado y resulta lesionado, se sabe que siempre andan en estado de ebriedad, y sólo se dispone a discutir que él tiene la preferencia.
¡Ah! Pero ¿qué pasa cuando una autoridad detiene a estos cafres, y lo remite a una de las celdas de la corporación, en donde un galeno le examina su grado de alcoholismo, dando resultados de hasta el tercer grado, pues ni tan siquiera se puede sostener con sus propios pies?
Es ahí donde la misma autoridad se ‘hincha’ para pedirle hasta los $ 30 mil pesos (disque multa), y el caso no ingresa a las arcas de la tesorería, como hemos sabido de los ‘tamarindos’ y federales de caminos.
Y ustedes no me dejaran mentir, porque un servidor ya cuenta con muchos años en los menesteres del periodismo, en donde el mismo accidentado lo manifiesta con mucho coraje, en donde se acerca un reportero y con muchos ‘calzones’ dice lo que sintió en el momento de su detención.
Más adelante seguiremos con más comentarios.