- Veracruz y las mafias… políticas
- A aspirantes ya les anda…
- Al pueblo más del mismo…
El carácter es una voluntad desarrollada que se va formando en las oleadas tormentosas del ser humano, es en la adversidad donde se conoce así mismo, basado en la roca viva de los principios, en su espacio más desfavorable. Un político corrupto, arrogante, sin actitud no sobrevive a las dificultades de su soberbio carácter, y descubre su instinto animal, cuando se mide con el obstáculo, aunque tiene pies, no tiene las alas.
La perversidad no advierte que errar es de humanos, ni que preservar en el error es diabólico. La corrupción y la impunidad dieron paso a una gran crisis económica, política, social que acrecentó aún más el desempleo, la marginación y la pobreza por culpa de un gobierno errático. Un año de esperanza y 5 años de frustración tendenciosa, herencia duartista a los jarochos, quienes hoy padecen hastió social frente a la impunidad y por la falta de respuesta eficaz de los encargados de la persecución del delito, y castigo a los que ostentando el poder mostraron su oscuro perfil, y se convirtieron en depredadores sociales. Ya “con las alforjas llenas de ‘billullo’ ajeno producto de su corrupto esfuerzo, se van de paseo impunemente”.
Vivimos una crisis, en materia de justicia, por ende el “tingoliche” ex gobernador aún con todos los señalamientos en contra, tuvo el valor y le valió. Y los veracruzanos no vemos aún a Javi Duarte de Ochoa y camarilla de pillos. Arrinconados, desesperados menos angustiados desechando la idea de ser atrapados y juzgados estos “supuestos prófugos” que según “rumorologos” están cobijados y con la bendición papal central, en política corrupta, el alumno mejor en su clase supera a su propio maestro, ¿rebasaría Duarte y cía., en pillerías al tío Fide y “tingoliches” de la fidelidad?
En política el “lobo pierde los dientes, mas nunca las mientes” – guarde para su regalo- esta sentencia señor, si el pueblo no aprueba, malo, si al corrupto le aplaude, peor…
En la región de Los tuxtlas, anda alborotado el hormiguero y el que más, es como un cheque, bueno hasta ver si tiene fondos; pero andan tan mal los tiempos para algunos aspirantes que no saben cuál va tras cual, y en su alocada carrera por la silla ‘mañosipál’ cada quien trata de llevar agua a su político molino.
La coyuntura que se vive en ese rubro es difícil aun así afloran las ambiciones políticas personales y los suspirantes aumentan en razón de sus ambiciosas y convenencieras propuestas: el aun diputado local x Los Tuxtla Octavio Pérez garay desde un temporal se olvidó de legislar y gestionar apoyos para los municipios de su distrito para dedicarse de lleno a visitar las comunidades de su comercial municipio San Andrés Tuxtla construyendo disque puente con la finalidad de lograr consenso popular en pos de la alcaldía municipal. En ese tenor sin ser barítonos destacan: Roberto Virgen Riveroll de gran experiencia en el quehacer público y político siempre se ve dispuesto a brindar su apoyo y gestionarlos en favor de la tan necesitada ciudadanía de su pueblo, se dice que el ing. Silvano Torres Xolio vestirá la casa verde y volverá por sus fueros en pos de lograr su máxima aspiración, ser Presidente Municipal de San Andrés, y el empresario cervecero y ex alcalde municipal Rafael Fararoni Mortera, bajo la sombra del sol azteca coquetea con Gelo Franco Castan líder cupular estatal para que le suelte el membrete del PRD.
¿Cuánto le costará el caprichito esta vez a Fararoni Mortera que aspira nuevamente por la comercial silla mañosipal? Alberto “El Pollo” Turrent Villegas, sería el candidato ideal del PAN a la alcaldía municipal de San Andrés; pero debe quitarse ese estigma arrogante que le etiqueta y ser más sencillo porque es bueno ser tan sano como sus virtudes pero no tan enfermo como sus resentimientos políticos.
Quien ya “chole” es el “tingoliche” Divaj Díaz del Castillo, sin arrastre ni carisma popular busca dar un golpe espectacular en pos del gran pastel municipal pero siempre acaba girando sobre las migajas políticas de su entorno.
La paradiaca toppotilandia un municipio muy dividido políticamente, arde la suspiracion por el trono municipal, donde la democracia la gana el hambre al no ver estomago que tenga dignidad, abusando de la desigualdad social y pobreza de la gente. Línea que han venido siguiendo tingoliches, cuijas y zapos en últimos años que ha consistido en ir renovando los instrumentos propios de la manipulación política para extender al mágico pueblo la idea de que con tan ruin acción se ha avanzado por la senda democrática, cuando esa fauna nociva desde ayer ha convertido a “topotilandia” nido de mafias y cofradías políticas.
La indignación es pólvora de toda explosión social, no creemos que los catemaqueños sean masoquistas para revalidar un nuevo trienio o cuatrienio tan desigual y tan injusto como los que han vivido y aun los asfixia ¿es posible cambiar una estructura política corrupta que no cambia y que continúa con la misma inercia ejemplificada con el poder municipal? topotilandia ya no está para recibir pedradas no hay diferencia en 18 años de gobiernos municipales cuando existe la misma miseria.
Los mismos síntomas tan evidentes de descomposición social, la misma oligarquía económica y política, por ende los aspirantes se escudan tras el hambre de los demás para alcanzar mañosamente el infectado poder municipal ya que para nadie es un secreto que la policía es fuente de complicidades y un lucrativo negocio para los detentadores del poder; por cierto, -se dice- que ciertas aspirantes al reino topis se sienten las “Hilary Clinton” hay barroquismo en eso porque hay quienes por medio de redes sociales fantasean que están en las preferencias populares a sabiendas que la realidad es la causa de su desesperación, en topotilandia, 4 damas son aspirantes al trono municipal y 5 son varones en la casa del pueblo mágico no hay cama para tanta gente y sólo una o uno ocuparía el trono, en un municipio tan politizado y dividido hay muchos factores que destruyen la dignidad humana: “La política sin principios, la riqueza sin trabajo, la sabiduría sin carácter, los negocios sin moral, la oración sin humildad”.- Mahatma Gandhi.