Vie. Abr 19th, 2024

Cerramos con broche de oro este año con una nota que, aunque a muchos les parezca ridícula para mí resulta muy sublime.

Conviví el pasado 24 de Diciembre, para ser exactos a las 7:00  horas de la noche con los ancianitos, válgase la redundancia del asilo de ancianos Asunción de María.

Pasé con ellos momentos de verdadera paz espiritual y por ahí me enteré de algunas personalidades de esta ciudad que permaneciendo en el anonimato apoyan a esta noble institución desinteresadamente. Dios  se los  multiplique en bendiciones en el año que viene y los que nos resten de existencia, bien por ellos.

A continuación muestro algunas placas de estos viejecitos, dejando atrás la frivolidad, muchas veces característica de la gente del mundo social.

P.D. Por estas líneas deseo de todo corazón un cumulo de bendiciones para todos mis amables lectores en el año que inicia y los subsecuentes… Volvámonos más humanos, y recuerden obras  son amores y no buenas razones.