Vie. Abr 19th, 2024

2010, año difícil para los veracruzanos

Cuando manifestamos nuestros deseos de paz y prosperidad a nuestras amistades y a las personas que encontramos a nuestro paso, nos encontramos en ocasiones con un rechazo profundo de parte de algunas de ellas, y el sentimiento nos traiciona, y no nos detenemos a pensar ¿el porqué?.

Muchos de ellos, quizá la mayoría, al menos en el territorio veracruzano tienen heridas que muy difícilmente podrán sanar; algunos perdieron a sus seres queridos y no por alguna enfermedad, quizá más adelante a consecuencia de ello, y es que no debemos olvidar los desastres naturales provocados por Karl y Mathew que castigaron a los habitantes de la entidad.

Los archivos impresos y electrónicos guardan imágenes imborrables, aún cuando la evidencia fuera destruida en el recuerdo de cada uno han quedado grabados, para siempre, hechos que cambiaron el rumbo de la historia, el sentido de sus vidas y la pérdida de todo un patrimonio logrado a base de la voluntad y el esfuerzo diario.

Es ahí donde la solidaridad se mostró, llegó ayuda desde distintos puntos de la República Mexicana y hasta del extranjero; y hay que señalarlo mucho apoyo fue desviado por sujetos perversos que prefirieron agenciarse bienes que eran necesarios para los necesitados.

Así también el Gobierno del Estado en su momento crítico, aunque sin dinero, pero en forma solidaria se mantuvo en contacto con los afectados; fue necesario conjuntar esfuerzos de los gobiernos estatal y federal.

Y cuando parecía que los damnificados recibirían toda la ayuda necesaria, vino el desencanto; un apoyo que debió repartirse en forma conjunta, 50 y 50%, perdió credibilidad y los necesitados fueron engañados de que recuperarían en parte sus bienes.

Así comenzó el sentimiento de rencor y falta de credibilidad.

La solidaridad es lo único que nos queda entre hermanos; y la comprensión es necesaria en estos días de reflexión y nostalgia; recordemos el peregrinar de José y María y el rechazo que recibieron, sin embargo nunca se vencieron, pues traían consigo la tarea de recibir al hijo de Dios, al niño Jesús…

Aún falta mucho por hacer…

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