Vie. Abr 19th, 2024

Los Reyes Magos de Oriente (o simplemente Reyes Magos), es el nombre por el que la tradición denomina a los visitantes (tres según la consideración más extendida, esto se debe a la cantidad de obsequios ofrecidos) que, tras el nacimiento de Jesús, habrían acudido desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.

El evangelio sólo habla de magos, en ninguna parte se indica que fuesen reyes. Esta creencia apareció varios siglos después y se ha mantenido en la tradición popular. Tampoco se mencionan sus nombres en el evangelio.

En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe la tradición de representar a los reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía. Pero en otros países se le llama “Pesebre” a toda esta representación.

MENCIÓN EN LA BIBLIA.

Es poco lo que el Evangelio de Mateo menciona sobre los sabios de Oriente. En particular, no menciona un número específico de ellos aunque sí se menciona que entregaron tres regalos.

Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del Rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?

Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Si bien parece contradictorio que practicantes de la magia (severamente amonestada tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento) sean admitidos como adoradores del Mesías, hay que tener en cuenta que el término griego μάγος (mago), no era utilizado únicamente para referirse a los hechiceros. Se utiliza, en este caso, para referirse a hombres sabios (así se los llama en diversas versiones de la Biblia en inglés) o, más específicamente, hombres de ciencia. De hecho, también poseían conocimiento de las Escrituras (Mateo 2:5-6).

Es posible que estos magos pertenecieran a la religión zoroastra.

Mateo no deja ver que fueran astrólogos que conocieran con precisión el movimiento de alguna estrella (2:7) a pesar de ser esta la creencia general. Aunque bien intencionados, su visita es causa de turbación general y despierta la desconfianza de Herodes (2:3), pues veía al nuevo Mesías como un rival. A pesar de ser anciano y de haber reinado ya por más de treinta años, Herodes les ruega que averigüen el sitio preciso del nacimiento del Mesías (2:8) con el fin de poder, así, acabar con su potencial competidor. Los sabios, que no sospechan eso, encuentran al Niño, lo adoran y obsequian oro, incienso y mirra (2:11). Un ángel previene a los magos de las intenciones que Herodes guardaba (2:12), así que no regresan donde él. Iracundo, el rey manda a matar a todos los niños menores de dos años. Para entonces, José ha sido avisado en sueños (2:13) de que debe huir a Egipto con los suyos.

OTRAS INTERPRETACIONES.

Según la interpretación de José Luis Sicre, en el tiempo en que fue escrito el evangelio de San Mateo se estaba produciendo un incremento de conversiones paganas al cristianismo frente a las de los propios judíos. La incursión de estos fragmentos sobre los magos de Oriente en el evangelio de Mateo subraya este hecho y lo utiliza como argumento de conversión: si los de fuera vienen y lo adoran (se convierten) ¿Cómo no os dais cuenta los que lo tenéis entre vosotros?

También existen otras, interpretaciones astrológicas y cabalísticas sobre la figura de los Reyes Magos.

A diferencia de los magos que ya se encontraban dispersos en tierra de Israel y todo el mundo helénico, el énfasis que se emplea al decir “de oriente”, marca un cambio de connotación: El autor busca traer a la mente un personaje asociado con el Oriente, diferente a los sabios convencionales de Israel (rabinos), que conociera además las profecías mesiánicas y que fuera autoridad bíblica para el lector judío (ya que se acepta a nivel general que el Evangelio de Mateo fue escrito para hebreos y aun en lengua hebrea según el testimonio de casi todos los padres de la iglesia).

HISTORIA Y LEYENDA.

La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (celebérrimamente conocida como La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes).

La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio. Parece ser que, sólo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce.

La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar…

 Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba. Allí fueron bautizados y consagrados obispos. Después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia. Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que propició que en 1248 se iniciara la construcción de la catedral de Colonia, que llevaría más de 600 años terminarla. Hoy día es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido junto con Roma y Santiago de Compostela en uno de los grandes centros de peregrinación. Igualmente, existen leyendas que hablan de un cuarto rey mago.

LOS NOMBRES Y NÚMERO DE LOS REYES MAGOS.

Según las diversas tradiciones de los reyes magos, el número de ellos varía; así se puede encontrar los siguientes reyes magos:

Tres Reyes Magos: Si bien la Biblia explica que fueron tres los regalos otorgados por los magos al Niño Jesús, la primera referencia concreta respecto al número de Reyes Magos la da Orígenes, un conocido escritor eclesiástico, en el siglo IV.

En el siglo V, el Papa León I el Magno estableció oficialmente su número en 3 para toda la cristiandad.

A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) se les asignaron los nombres de “Melchor”, “Gaspar” y “Baltasar”, que supuestamente equivalen en griego a “Appellicon”, “Amerín” y “Damascón” y en hebreo a “Magalath”, “Serakin” y “Galgalath”.

Según una leyenda, sus restos se encuentran en la Catedral de Colonia, Alemania, donde se encuentra el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos.

Doce reyes magos: Los armenios suponen que fueron 12, por lo que les asignan doce nombres diferentes. Estos nombres tampoco se mencionan en la Biblia.

FESTIVIDAD.

Con el tiempo, en países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de la Epifanía (el 6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos, conjugándose así la manifestación de Jesús al mundo no judío con la fiesta de estos personajes que representaban justamente ese mundo de gentiles. Poco a poco, se fue olvidando el significado verdadero de la palabra epifanía y la convirtió en un sinónimo de adoración de los Magos.

El día 6 es festivo en España, México, Puerto Rico, Uruguay, en partes de Alemania (en Baviera, Baden-Württemberg y Sajonia-Anhalt), en Austria, Italia, Suecia, Finlandia, Croacia, Liechtenstein, Eslovaquia y en partes de Suiza (Schwyz, Tessin, Uri y algunas comunidades del cantón Graubünden).

COSTUMBRES RELACIONDAS CON LOS REYES MAGOS.

En España, frente a la reciente introducción de Papá Noel en las costumbre navideñas debido a la influencia de la cultura estadounidense y otros países extranjeros, es tradicional que los regalos de Navidad a los niños los traigan los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero. Antes, los niños deben mandarles una carta a los reyes pidiendo los regalos que quieren así como indicar los méritos por los que se merecen recibir regalos. La noche del 5 de enero los niños deben dejar sus zapatos en algún lugar de la casa. Al día siguiente se encuentran allí los regalos o, en el caso de haber sido malos, carbón en su lugar. El día seis de enero suele ser festivo en toda España, aunque al ser fiesta autonómica depende de las autoridades de cada región su establecimiento. No tiene por tanto consideración de fiesta nacional. También reciben regalos los adultos. Es típico desayunar el Roscón de Reyes que en muchos lugares también se toma la víspera para merendar o cenar. En España estos roscones suelen contener una figurita navideña.

En algunos lugares, las autoridades organizan la llamada Cabalgata de Reyes el día 5 de enero, durante la cual los personajes suelen ir montados a caballo o en carrozas, vestidos con mantos y coronas, en lugar de la vestimenta frigia totalmente desconocida. El siguiente día, el 6 de enero, es festivo nacional. Ese día los niños disfrutan sus obsequios.

En España, los Reyes Magos ponen los regalos donde los niños han dejado sus zapatos. También se dejan dulces para obsequiar a los Reyes Magos e incluso agua o comida para los camellos, que es el medio de transporte.

En México se encuentra el segundo santuario más importante del mundo con respecto a los Tres Santos Reyes, ubicado en la ciudad de Tizimín, Yucatán; siendo visitado por millares de personas durante las fiestas religiosas en su honor celebradas a finales de diciembre y principios de enero.