Lun. Mar 18th, 2024

Pepe Mancha dejó manchado al CDE del PAN Veracruz. Mejor dicho, quebrado. Empantanado. En la lona. Con todo y que es, ahora, el partido político opositor número uno. El más fuerte. Y ante MORENA. Por eso, incluso, la alianza buscada por el PRI y PRD que, de lo contrario, solos en las urnas, correrían el riesgo de volverse cadáveres. Digamos, muertos en vida.

La mancha de Pepe Mancha es descomunal.

Incluso, si antes, mucho antes, el presidente, Joaquín Guzmán Avilés, soñaba con la posibilidad de la candidatura panista a la gubernatura del año 2024, ahora, el revire. Todo indica ha dejado crecer, y crecer bien, al senador Julen Rementería del Puerto. Es, sería, será, su gallo. El único gallo giro de su palenque, como el gallito de Ignacio López Tarso en la película con guión cinematográfico de Carlos Fuentes Macías y Gabriel García Márquez.

El PAN está maniatado. Entre otras razones, por las siguientes:

Una. José de Jesús Mancha evadió compromisos y dejó irregularidades que ahora significan una multa de trece millones pesos establecida por el OPLE, Organismo Público Local Electoral.

Paradojas de la vida: el PAN con camisa de fuerza viviendo como en los tiempos heroicos de cuando al partido azul llamaban “los místicos del poder”, en tanto, Mancha, el manchado, es precandidato a la presidencia municipal de Tuxpan para heredar la silla de su primo hermano.

El nepotismo, tráfico de influencias y conflicto de intereses por delante.

Estragos de aquella mala administración y que, en contraparte, dio pie a que la yunicidad le otorgara obra pública a sus empresas constructoras, casi mil millones de pesos, según denunciara el ORFIS, Órgano de Fiscalización Superior, en momento estelar.

CULTURA PRIISTA EN EL PAN

Dos. En el bienio azul en el gobierno de Veracruz, las malas costumbres priistas terminaron imponiéndose en el PAN.

La compra de votos. El regalo de despensas. Las Casas de Enlace que en realidad servían para controlar la militancia.

A todo se prestó Mancha. Claro, a él le fue bien, muy bien.

Por ejemplo, su esposa, diputada local pluri.

Su señora madre, con periódicos digitales con subsidio esplendoroso de la LXV Legislatura, Sergio Hernández, He Man, coordinador de la bancada panista en el Congreso local, y su discípulo.

Y es que, ni hablar, la gente se acostumbra a tales prácticas y ahora, con Guzmán Avilés, mucho, demasiado trabajo para sacudirse la herencia de la sangre priista y azulada.

Tres. Hubo en el bienio azul muchas, demasiadas canonjías al CDE del PRD.

La primera, la secretaría General de Gobierno para Rogelio Franco Castán, ex dirigente estatal y ex diputado federal, y amarrado hoy de nuevo para la candidatura a diputado federal por la vía pluri, es decir, sin hacer campaña ni gastar un solo centavo.

Pero la generosidad también se desparramó en mandos medios del PRD con cargos públicos.

Desde entonces muchas tribus locales y regionales del PAN irritadas, molestas, inconformes.

Ahora, cobran la fractura. Viven resentidas. Pendientes de ajustar cuentas.

Por eso, entre otras razones, el desmadre panista.

De ñapa, el secretario General de Gobierno, Éric Cisneros Burgos, operando para MORENA en todo lo que da.

Por ejemplo, seduciendo a las presidentas municipales del PAN para desertar y afiliarse a MORENA.

Una de ellas fue la alcaldesa de Nautla, quien ya renunciara al partido azul.

Otros ediles y sus huestes también se han ido. Entre ellos, los de La Antigua y Rodríguez Clara, y en el caso, a otros partidos.

En Rodríguez Clara, un priista de apellido Manzur también “tiró la toalla azul”. Se molestó porque lo dejaron fuera de la candidatura a la alcaldía.

Pero en el caso fue decisión nacional pues Rodríguez Clara entró en la llamada “cuota de género”.

POSIBLES CONCERTADORES

Con todo, el presidente del CEN Veracruz salió fortalecido en la elección interna de los precandidatos a presidentes municipales y diputados locales.

Guzmán Avilés, blindado por sus 5 Lobitos, a saber, Enrique Cambranis, Víctor Serralde, Germán Yescas, Tito Delfín y Julen Rementería.

Los Kennedy de Boca del Río se quedaron, por ejemplo, con las nominaciones en Tuxpan (Pepe Mancha), Xalapa (Sergio Hernández) y Tlalixcoyan.

En Boca del Río hubo candidato de unidad a la alcaldía. Es Juan Manuel de Unanue, diputado local con licencia.

En el puerto de Veracruz, “la moneda sigue en el aire”. Todo indica la elección partidista será repetida.

Pero encima de las posibilidades, la pesada mancha en el CDE del PAN estrangula, reduce y limita la movilidad.

Más porque atrapado y sin salida en la penuria, cargando la multa millonaria, la fractura interna parece insuperable.

Incluso, ni siquiera Marko Cortés, el dirigente nacional, puede o podría restañar las heridas.

Más porque de acuerdo con las versiones, apenas escucha el nombre de Miguel Ángel Yunes Linares, Marko tiembla de las corvas.

Un panista que podría unir las cuerdas rotas habría sido Rafael Moreno Valle, pero falleció con su esposa en un accidente aéreo.

El jefe Diego Fernández de Cevallos también, quizá. Pero el jefe está lejos, en el retiro.

Acaso el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, pero se ignora si tendría voluntad política, social y partidista.

“Veinte y las malas” apuestan en el carril azul que Ricardo Anaya, el fallido candidato presidencial en el año 2018, derrotado por López Obrador, gurú y chamán de Marko, sería el otro conciliador.

Pero según las versiones, Anaya está ocupado en la planeación de su periplo en mil municipios soñando con el 2024. Además, que apostaría a que Marko cimente su estilo personal de ejercer el poder partidista… para calibrar sus alcances.