Mediotiempo.- La amplia diferencia que marca el ranking de FIFA entre las Selecciones de México y Nicaragua (33 y 135) no pareció tanta en el debut de ambos equipo en la presente edición de la Copa de Oro.
El Tri derrotó 2-0 a los nicaragüenses con un juego sumamente incómodo y atropellado para los verdes. La primera participación de Nicaragua en el Torneo de CONCACAF pareció redondo al menos durante los primeros 43 minutos de juego, momento hasta el que pudo soportar el 0-0.
El primer tanto llegó gracias a un penal dudoso que marcó el silbante Paul Ward sobre el “Jagger” Martínez. La pena máxima fue cobrada por el jugador poblano Luis Miguel Noriega, quien marcó su primer tanto con el representativo mexicano.
De lo más destacable en el desempeño del cuadro mexicano fue la labor de Alberto Medina, quien por cierto ingresó al minuto 11 tras la lesión de Carlos Vela, además del trabajo de Pablo Barrera, que marcó un golazo a cinco minutos del final, el cual ocultó el mal sabor de boca que había dejado hasta entonces el juego.
El siguiente rival de México será Panamá, Selección que hoy perdió 2-1 ante Guadalupe y a la que se enfrentará el el próximo jueves. Para los nicaragüenses, el próximo compromiso es medirse a Guadalupe.
EL PARTIDO
La alineación con la que México goleó 4-0 a Venezuela hace dos semanas, la repitió Javier Aguirre este domingo en el debut del Tri en la Copa de Oro, al menos los primeros 11 minutos de juego. Sin embargo, la efectividad no fue la misma en esta oportunidad ante Nicaragua.
La temprana modificación en el once titular del Tri se debió a que el delantero Carlos Vela sufrió una lesión en el tobillo derecho al trabársele el zapato en el césped. Aunque regresó a la cancha, dejó su lugar a Alberto Medina al 11′.
Pero el desempeño del representativo mexicano fue tan descompuesto con Vela como con Medina, en gran medida por el incómodo estilo de juego de los nicaragüenses que apostaron por una marca estrecha y un juego de constantes faltas.
México tuvo pleno control de la pelota, pero a final de cuentas cayó en la propuesta de Nicaragua, al menos durante la primera parte del encuentro. Por ello se vio un juego lleno de pelotazos largos y una vez más, imprecisiones a la hora de definir de los atacantes mexicanos, como al 12 cuando Miguel Sabah no controló correctamente un tiro centro de “Jagger” Martínez en el centro del área enemiga.
La balanza de las jugadas de peligro estuvo siempre inclinada para los mexicanos. De hecho, la única jugada de peligro en la que se involucró a Guillermo Ochoa se dio al minuto uno, cuando enfrió sin problema un tiro de media distancia.
Alberto Medina, de los jugadores más dinámicos del Tri desde que sustituyó a Carlos Vela, tuvo una oportunidad clara de gol cuando ingresó al área al 30. Para su desgracia, cruzó demasiado su disparo y terminó siendo una jugada intrascendente.
Luego del desgaste que significaron 43 minutos de intentos fallidos por anotar, el árbitro Paul Ward marcó un dudoso penal por una presunta falta sobre el “Jagger” Martínez, quien había ingresado al área para aprovechar un trazo filtrado del “Venado” Medina.
La pena máxima fue precisamente cobrada por Luis Miguel Noriega. El primer gol con el representativo mexicano el jugador poblano lo festejó ocultando el balón debajo de la playera, simulando un vientre abultado.
Fue hasta la segunda mitad, cuando físicamente los nicaragüenses estaban mermados después de tanto correr, que el Tri mostró mejoría.
Fueron al menos cinco los centros precisos que metió el “Venado” Medina desde su carril derecho. Un par de ellos fueron rematados de cabeza por “Gio”. Ambos pasaron por un costado de la portería.
La mínima diferencia invitó a Nicaragua a apostar ahora por los tiros de media distancia, buscando la igualada. En todos intervino con precisión Memo Ochoa, incluso corrigiendo jugadas y salidas imprecisas como las que equivocó Ismael Rodríguez.
La diferencia se dio cuando Pablo Barrera hizo un golazo al prender de volea un centro, nuevamente, del “Venado” Medina. El jugador de los Pumas de la UNAM aprovechó un centro que había techado a Miguel Sabah al 85.