Mar. Abr 16th, 2024

El poder tras el poder…

A lo largo de la historia el poder ha sido depositado en la figura de una persona, llámese emperador, rey, presidente, primer ministro, gobernador, etc., sin embargo, no siempre son ellos quienes ejercen el poder.

Históricamente hemos visto como en gobiernos de todo el mundo y de distintas épocas, el poder no siempre ha sido detentado por quien gobierna, sino por alguien más, que esta tras la figura del gobernante en turno, la mayoría de las veces en el anonimato y la oscuridad.

Un poder basado en la cimentación de la intriga, la mentira, la descalificación, la infamia, el chantaje y el miedo, entre otros mecanismos de coacción y coerción.

El antiguo Imperio Romano fue una muestra de cómo la figura máxima no siempre era quien ejercía y tenía el control del poder, ya que el Emperador, tenía que consultar primero al Senado, que estaba compuesto por “notables”, los cuales en su mayoría acordaban en su beneficio para obtener esclavos, propiedades y riquezas. Lo cual generó las tan conocidas y épicas batallas por la creencia de un imperio romano que controlara todo el oriente y occidente.

Aunque no hay que remontarnos tan lejos, ya que de igual manera, la historia política reciente de nuestro país nos da ejemplos muy notorios, tal es el caso del sexenio de Carlos Salinas de Gortari, periodo en el que insistentemente se mencionó al francés nacionalizado mexicano José Córdoba Montoya de ser el principal responsable del cambio político y económico de México en esas administración y en los tres últimos sexenios del PRI.

De igual manera en el sexenio del panista Vicente Fox Quezada, se vio como la influencia de la “primera dama” Martha María Sahagún Jiménez, determinaba el rumbo político de nuestra nación, donde claramente se percibía que las decisiones que se tomaban iban enfocadas a abrirle el camino para ser candidata a la presidencia, camino que por sus yerros ella misma cerró.

Y buscando en la historia de nuestra entidad, tenemos el sexenio del priista Patricio Chirinos Calero, administración en la que quien manejaba el rumbo político de Veracruz era el entonces “todo poderoso” Miguel Ángel Yunes Linares, quien, desde su posición como Secretario de Gobierno, tomaba todas las decisiones para definir el rumbo político y económico de la entidad.

Estos, solo son ejemplos de que no siempre quien está al frente de las instituciones es el que manda, ejemplos del poder en lo político; sin embargo, gracias a la descomposición social en la que vivimos, se ha dado que el poder ha sido trasladado a la delincuencia organizada. Esto en  virtud de que a lo largo y ancho del país se ha infiltrado dentro de las instituciones, corrompiendo todo a su paso, y, generando con ello, inestabilidad social, política y económica.

Veracruz, desafortunadamente, no esta exento de ello, sin embargo, el esfuerzo que está realizando esta nueva administración es loable, en virtud de que después de algún tiempo en el que se toleró y hasta solapó al crimen organizado en tierras jarochas, ahora se les está haciendo frente.

Ciertamente las noticias son frecuentes sobre enfrentamientos entre efectivos del ejército y seguridad pública contra delincuentes, noticias que en algún momento alarman y preocupan, sin embargo, estas noticias se dan por que la actual administración de manera valiente, está haciendo frente a la delincuencia para sacarla y erradicarla de Veracruz. Es aquí donde la ciudadanía tiene que sumar esfuerzos y demostrar que el poder de controlar nuestras vidas, no está en la delincuencia ni las instituciones, sino en nosotros por el deseo de vivir mejor y en paz.

Es una realidad que el control de la población mundial y por ende del mundo, se ha establecido a través de una visión preestablecida, diseñada y sustentada por la más básica de las emociones “el miedo”, ese miedo que nos ha despojado de autoridad sobre nosotros mismos, nos ha despojado del control colectivo de nuestras relaciones con la sociedad, el mundo y el universo, por miedo hemos cedido los derechos de nuestras vidas a un grupo, una minoría, una élite política, religiosa, militar, científica y económica, y lo peor, ahora ante grupos de criminales, que hoy después de años y siglos tiene un control casi absoluto sobre nuestros pensamientos y decisiones.

Es allí, tras ese miedo que se ejerce el poder tras el poder, y ahora es que nos tenemos que cuestionar severamente en el sentido de que ¿Quiénes son los que se benefician de todo están estructurada manifestación de temor? ¿Quiénes ven realmente los frutos de nuestra democracia? ¿Quiénes son los recompensados por el avance de la gente y de los municipios? ¿A dónde se va nuestra ganancia por el esfuerzo diario?, cuestionamientos tales a los que nosotros mismos debemos dar respuesta.

Nos hemos programados para ver la lucha entre dos bandos, proyectados en la idea del bien y el mal, cuando en realidad no existen dichos bandos, si no una sola facción, buscando el control total. Hay cientos de personas, líderes de opinión, políticos y eminencias en una que otra ciencia, ya ahora criminales, que parecen estar en constante lucha o antagonismo, pero dicha oposición es solo público, detrás de la cortina son parte de la misma intrincada y compleja madeja que los lleva a la cumbre del poder.

Basta ponerse a ver como se generan conflictos de la nada, en forma ficticia, los que un día estaban del mismo bando al día siguiente están en bandos contrarios, puede haber un sin fin de razones para esto y todas discutibles, pero también pueden estar concertados en una estrategia superior y de mayor importancia.

Ya no nos podemos permitir situaciones que solo buscan transmitir miedo, la población mundial estaba tan temerosa, de la catástrofe que involucra una guerra de proporciones nucleares, que dio poder casi ilimitado a sus líderes, para competir en una carrera armamentista que solo generó más riqueza, para los que ya eran ricos, la población mundial olvidó su responsabilidad en el mundo y se entregó a lo que  hoy el resultado más patético de la sociedad, el consumismo y el entretenimiento banal.

Recordemos que cuando se logra hacer del miedo de las personas, una filosofía de vida, lo primero que demandan es alguien que las proteja, que resguarde sus vidas. En México la población esta temerosa de ser víctimas de la administración pública y de la delincuencia, al grado de que nos hemos cerrado las puertas a la denuncia y el señalamiento, y nos hemos convertido en cómplices, permitiendo que el miedo nos invada y no nos deje avanzar. Es aquí donde todos debemos de redoblar esfuerzos y empezar a creer de nuevo, primero en nosotros y luego en las instituciones para fortalecerlas.

Contrario a lo que muchos extremistas dicen, yo no creo que exista un plan urdido, destinado a hacerse del control mundial, simplemente por que quienes gobiernan no tienen la inteligencia suficiente, y los delincuentes no tienen la aprobación de los que somos mayoría, es por eso que no podemos permitir que un grupo de gente tonta y sin visión ni valores nos impidan ejercer nuestro poder a vivir libremente.

Es por ello que no podemos dejar que el poder se ejerza por personas en la oscuridad del anonimato y la impunidad, no podemos dejar que el miedo nos gobierne; no debemos de permitir que gente que no tiene escrúpulos tome decisiones contrarias a nuestros intereses en lo político y lo social, y, es aquí donde debemos de buscar que el poder tras el poder no solo se ejerza a través de situaciones negativas, sino a través de liderazgos justos, responsables, comprometidos y humanos.

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Un comentario en «En Contraste, Por: Oscar Coria Reyes»
  1. Ojalá a la inmensa mayoria de nuestra gente le gustara leer cosas interesantes y reales como este artículo, y no gastar el poco dinero que tienen en revistas de chismes vacías y perversas, que pusieran un poquito de atencion a lo que sucede alrededor. En fin…

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