Mar. Abr 23rd, 2024

AGENCIAS | SAN ANDRÉS TUXTLA, VER.-  La Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas enfrenta un grave cáncer de extracción de flora y fauna que está acabando con un gran número de especies tanto de animales como de flores y plantas, traficados para su venta ilegal, y desafortunadamente a pesar de existir denuncias por parte de pobladores ante las autoridades de justicia ambientales, no se ha podido combatir, pues la red de traficantes mantiene una excelente interconexión para operar sigilosamente, reconoció la Directora de la Reserva, Katia Andrade Escobar.

“A nivel local tenemos muchos problemas de tráfico, tenemos las zonas identificadas de mayor extracción y de las especies también, por ejemplo, la zona de la laguna de Sontecomapan donde extraen todos los loros y cotorros es un gran problema.

Se tienen muchas denuncias por parte de la gente del saqueo y del tráfico y también no solo para tráfico, sino también todo mundo quiere tener un lorito en su casa y los extraen”, dijo.

Manifestó que en cuanto a fauna lo que más se extrae son las especies de loros, monos aulladores y jabalíes, estas últimas dos especies para la venta de su carne al consumo humano, mientras que en flora lo que más se extrae son las orquídeas y los clarines, flores que se cotizan en el mercado a buen precio.

“Los protocolos que se hacen es que se revisa, se hacen las denuncias correspondientes pero muchas veces cuando se acude no hay nadie, la gente algunas veces con los comisariados ejidales y agentes municipales si ven un carro extraño lo detienen y se han hecho revisiones pero desafortunadamente sin éxito.

Es una red muy ágil, tienen sus contactos para no ser revisados, se hace todo el esfuerzo, se tienen que tener datos claros de quienes son y donde tienen a los animales para poder hacer la denuncia correspondiente”, subrayó.

Y es que de acuerdo a “Vida Verde Conservación”, el estado de Veracruz ocupa el primer lugar nacional en tráfico de flora y fauna, siendo el tlacuache, la tortuga, las aves migratorias y las orquídeas, entre otras especies, como las más depredadas por la población.

Finalmente, la entrevistada reconoció que hace falta más vigilancia, pues a pesar de que los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública hacen el esfuerzo, se necesita mucho más.