Agencias, Ciudad de México.— Los dos jugadores del Persépolis que protagonizaron un festejo polémico y que fueron suspendidos de por vida de la Liga de Irán, podrían ser castigados a dos meses de cárcel y 74 latigazos por “conducta inapropiada”, según la agencia de noticias semioficial iraní Fars.
Durante el polémico festejo, Mohamad Nasrati tocó el trasero de su compañero, Sheis Rezai, quien había saltado para abrazar al anotador, pero, al sentir el contacto, trató de quitarse.
La competición de primera división iraní consideró que habían festejado de manera ‘inadecuada’ y ‘maleducada’, lo cual fue ratificado por las autoridades federativas, que coincidieron en que este tipo de acciones “perjudican al deporte”.
Irán es gobernado por un régimen teocrático chiíta, de carácter ultraconservador.