El Gobierno de la Cuarta Transformación ha reconfigurado el gasto público, destinando 7.9 billones de pesos a programas sociales y obras de infraestructura que benefician a la población. Se han fortalecido iniciativas como las pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad, becas educativas, programas de empleo y apoyo a la producción. Estas acciones han contribuido a reducir la pobreza y la desigualdad social de manera histórica.
Se ha priorizado la inversión en regiones marginadas del país, garantizando el acceso a la educación, salud, seguridad y bienestar para la población más vulnerable. Las obras de infraestructura, con una inversión de 5 billones de pesos, han impulsado la actividad económica del país, especialmente en zonas rezagadas. Se han construido aeropuertos, trenes, carreteras y plantas energéticas para fortalecer la conectividad y la soberanía energética.
La inversión pública ha sido posible gracias a medidas de austeridad, combate a la corrupción y eliminación de gastos innecesarios. Se ha reducido el gasto burocrático y se ha incrementado la inversión social y en infraestructura en comparación con administraciones anteriores. El enfoque de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se basa en apoyar los ingresos familiares, mantener finanzas públicas sanas, promover el desarrollo regional y fortalecer la oferta de servicios.