Sharm el-Sheikh / Washington, D.C., 7 de octubre de 2025. — Las negociaciones por la paz en Gaza han entrado en una fase crítica luego de que el movimiento islámico Hamás exigiera garantías sólidas para aceptar un alto al fuego permanente con Israel, mientras que el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que hará “todo lo posible” para que el acuerdo se respete y se mantenga en el tiempo.
De acuerdo con fuentes oficiales en Egipto, las conversaciones se desarrollan con mediación de Qatar y Egipto, en un intento por frenar la violencia que se ha recrudecido en las últimas semanas. Hamás insistió en que no firmará ningún acuerdo si no se garantizan compromisos firmes que incluyan la retirada total de las fuerzas israelíes de Gaza, el retorno seguro de los desplazados, la reconstrucción inmediata del enclave y la liberación escalonada de rehenes israelíes.
El movimiento palestino también ha manifestado desconfianza hacia el plan de Trump, al considerar que algunas de las cláusulas del retiro israelí son ambiguas y no ofrecen mecanismos claros de cumplimiento.
Por su parte, Donald Trump, en conferencia desde Washington, afirmó que mantiene comunicación constante con los países mediadores y prometió usar “todo el poder de Estados Unidos” para garantizar que cualquier acuerdo de paz alcanzado se cumpla. “Tenemos mucho poder y haremos todo lo posible para que todos respeten el acuerdo”, subrayó.
Mientras tanto, los mediadores egipcios y qataríes continúan trabajando contrarreloj para cerrar los puntos más delicados del acuerdo, en especial los relacionados con el control de seguridad en Gaza y la futura administración del territorio.
Expertos internacionales advirtieron que, aunque existen avances en el diálogo, el principal obstáculo sigue siendo la falta de confianza entre las partes y la ausencia de un mecanismo de verificación que impida nuevas hostilidades.
La comunidad internacional observa con cautela este proceso, que podría significar un paso histórico hacia la estabilidad en Medio Oriente, pero también un riesgo de fracaso si no se concretan las garantías exigidas por Hamás.