Lun. Mar 18th, 2024

Los enfrentamientos entre narcotraficantes, los robos y extorsiones mantienen con miedo a muchos personajes de la liga azteca; los clubes hacen recomendaciones para evitar incidentes.

Agencias, Ciudad de México.—Desesperado, ansioso, asustado, Rubén Omar Romano atiende el móvil, casi estalla: «En este momento recién salí [del Ministerio Público]; fui a buscar a mi mujer, porque la acaban de asaltar con pistola y todo, así que… ¿qué quieres que te diga?», cuestiona, denuncia el director técnico del subcampeón Santos Laguna, aún sofocado por el traumático episodio.

El estratega argentino quiere gritar, pero la angustia apaga su voz.

El futbol, dispuesto para servir en pro del entretenimiento, se encuentra temeroso, secuestrado, al igual que cada uno de los actores de la sociedad.

Entre sombras, los atletas, frágiles como cualquier mortal, son víctimas de la inseguridad, la desconfianza y el sobresalto.

«Te da miedo salir a la calle. Uno vive así, por etapas. Esperemos que esto pase. Mientras tanto, vives con la inseguridad de tu familia. Que andes por la calle y que pase algo, en realidad sí, tengo mucho miedo», comparte el ecuatoriano Christian Benítez, delantero de los Guerreros de la Comarca y campeón de goleo en el Apertura 2010.

Ellos viven en Torreón, que hace frontera con Gómez Palacio. De un municipio a otro, no hay transporte que te lleve, por las disputas territoriales entre la delincuencia organizada.

Pero la criminalidad no para ahí. «Ayer a mí me detuvieron, me revisaron, me pusieron manos arriba, piernas abiertas, me sacaron todo del bolsillo en una esquina a las dos de la tarde, entonces dices, cabrón, a cualquiera le puede suceder», relata José Luis Sánchez Solá, entrenador de los Estudiantes-Tecos de la UAG. «Ahora, yo te platico lo mío, pero cuántos y cuántos casos hay que no pueden narrarlo».

El Chelís reclama: «El futbolista no es ajeno a la sociedad. No puedes hacer más ruido si le pasa algo a un futbolista, porque es lo mismo que le ocurre a un ingeniero o a un albañil. Es toda la sociedad mexicana la que estamos inmersos en esa chingadera».

La percepción de Miguel Herrera no cambia. El timonel del Atlante reconoce que los futbolistas son víctimas de la delincuencia: «Sigue habiendo mucho robo, te quitan el reloj, te roban los coches. De eso tienen temor los jugadores. Ha habido extranjeros que de repente les han tocado llamadas de extorsión y algunos caen».

Esas circunstancias obligan a que «se vayan del país y si pueden tener un futuro en México, de pronto están abandonando, porque debido a lo que está pasando les entra la incertidumbre en torno a si toman el ofrecimiento de venir o no», explica El Piojo, complicado en plena época de fichajes.

En Monterrey, donde proliferan las bandas del narco, el presidente deportivo de los campeones Rayados, Luis Miguel Salvador, comparte sus temores: «Antes a lo mejor podías estar parado muy a gusto en un semáforo, sin ningún problema. Y ahora hay que estar viendo por el espejo, estar más atentos y cuidarse, en el sentido de no estar donde no debes de estar o no ir a zonas que no tienes que visitar. Cuidar a dónde vas y con quién estás. Es lo principal que puedes hacer», recomienda.

En crisis, Romano, —el mismo que fue secuestrado en 2005 en la ciudad de México—, reprocha: «Por supuesto que nosotros no salimos a ningún lado, pero hoy es algo que no fue a mí, le pasó a mi mujer ahora, como le pasa a millones que no pueden estar en ningún lado ni bajarse, porque te puede suceder cualquier cosa…».

Las historias de miedo y frustración resultan interminables. El balón rueda, rebota y te pega. Duele, porque la inseguridad tampoco cesa de girar.

Estos son algunos de los casos más recientes en que los protagonistas del futbol mexicano han sufrido de la inseguridad en México:

Febrero 1999… Álvaro Campos, padre del ex arquero, Jorge Campos, es plagiado y liberado días más tarde después de pagar 200 mil dólares.

Julio 2005… El técnico Rubén Omar Romano es secuestrado tras salir de un entrenamiento en La Noria, de su entonces equipo el Cruz Azul.

Temporada 2009 – 2010… Los elementos de Indios de Ciudad Juárez utilizan Tsurus  para transportarse y no llamar la atención de los delincuentes de la zona.

Enero 2010… El delantero del América, Salvador Cabañas, recibe un balazo en la cabeza en un antro de la ciudad de México durante la madrugada.

Febrero 2010… Juan Carlos “Torito” Silva, futbolista de las Águilas sufre un rozón de bala en el glúteo durante un intento de asalto en el DF.

Mayo 2010… Guillermo Meza, de Pumas Morelos, es asesinado con un balazo en la cabeza; los homicidas querían robarle el auto.

Noviembre 2010… Los futbolistas Fredy Bareiro y Enrique Vera sufren intento de extorsión en Jalisco, según la denuncia del portal Goal.com.

Diciembre 2010… Guillermo Franco asegura que no volverá a jugar para Rayados,  por el clima de inseguridad en Monterrey por el narcotráfico.

Diciembre 2010… La esposa de Rubén Omar Romano es asaltada a mano armada, según narra el director técnico del Santos Laguna.

Diciembre 2010… Asaltan a José Luis Sánchez Solá, técnico de Estudiantes, a plena luz del día para sustraerle lo portado en sus bolsillos.

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