Vie. May 3rd, 2024

“Alianzas” ¿suma o resta?
“La Realeza Perredista y el heredero”
Guerra de Bardas

LA GRILLA 2El pragmatismo es una ambición valida.

La corrupción es una decisión personal, jamás moral.

El panorama político para este año 2015, se presenta difícil.

El país enfrenta la profundización de los problemas y con el ello, el escepticismo social, porque no se ve repunte capaz de consolidar un cambio estructural, solo magros resultados, que más desearía la colectividad nacional que, hubiera un replanteamiento de nuestra insipiente democracia a la que le sigue afectando la superficialidad de las “Alianzas” que, aunque son parte de la política, tienen su tiempo y razón de ser.

Sin embargo, cuando se impulsa una alianza, que nada más sirve para ganar elecciones, se desvirtúa la política y resta importancia al electorado; una desvergüenza al competir y que le mientan a la ciudadanía es que en el ámbito político el que baila bien es payaso y el que baila mal es mañoso.

Las alianzas electorales son espurias y de tinte xenofóbico, dañan la democracia porque distorsionan la idea de lo que representa un partido político, como parte de la expresión de la sociedad y al final del día, gana el pragmatismo de buscar el poder por el poder sin una claridad ideológica porque tiene la consecuencia de dejar a la ciudadanía en un estado de indefensión.

Una vez pasadas las elecciones, la esperanza política no es más que una alegría inconstante, nacida de una acción dudosa.

La democracia no es una dadiva, ni puede concederse es conquista popular susceptible de una absoluta libertad.

En la Región de Los Tuxtlas, dejen que la tormenta política demuestre su fiereza y no traten de maquillarla como simple temporal, como es obvio, las posiciones adoptadas por la dirigencia estatal del PRD, son contrarias a los principios que dieron origen a dicho, —hoy endeble y agonizante—, partido de izquierda, muy opuestas a aquellos ideales y convicciones de ayer.

Hoy la dignidad del politiquillo corriente, no cambia con la vestimenta ni con la actitud, la “Familia Real de Tres Zapotes”, saben que vivir fuera del presupuesto es un craso error.

Lanzan con ciertas argucias políticas y con la bendición de la cúpula estatal de Franco Castan, a su pequeño vástago “el duquecillo” Julio Cesar Vásquez Copete, como candidato del Sol Azteca a la XIX Diputación Federal Electoral, de la aun Hermosa Región de Los Tuxtlas, haciéndole un desgraciado favor a la escasa y escéptica ‘militancia amarela’, ya que el inmaduro político Duque Vásquez Copete, solo ha demostrado ser un excelente adorador de Bacco, y machista consumado.

Usted ya se habrá enterado que recién acaba de protagonizar, en estado de ebriedad, un mayúsculo escándalo, golpeando a su esposa por lo que ante tales bochornosos protagonizado por “El Duque” Vásquez Copete, la agraviada denunció los hechos quedando abierta la Investigación Ministerial 191/2015.

Cabe destacar que la hoy ofendida es la actual presidenta del Comité Directivo Municipal del PRD, partido que en el cohabita en un abismo sin fondo, una militancia que casi no tiene vida y el de las burocracias, sin conexión entre ellos, lo que refleja que son los grupúsculos con poder dentro del PRD, los que a capricho y oscuras componendas eligen a sus “duquesillos”, sin importar las consecuencias a futuro político.

Vaya ejemplos tan burdos ofertan a la ciudadanía perredista tirando la pelota a la casa del vecino.

¿Y qué decir del llamado síndrome del panismo interno golpeador?

Describe el abuso psicológico que el PAN padece de manos de la cúpula estatal, cuyos líderes fingen ser cariñosos, compungidos con la militancia, les hablan con fingida madurez política y después de censurada, la subordinación de la elección de candidatas a la diputación federal por el Distrito XIX de Los Tuxtlas, sin conciencia, ni respeto a la militancia azul, de rodillas tras escritorio, se quieren pasar por donde menos les da el Sol.

Los resultados de la elección interna, donde en los nueve municipios que componen el Distrito XIX, la virtual triunfadora —según el conteo de votos—, lo fue María Elena Cadena Bustamante, y haciéndose como “Tíos lolos”, ‘los cardenales de la cúpula estatal’ tratan de seguir embarrando su chiquero buscando desconocer a Cadena Bustamante.

La Razón correcta.

Es mejor Juez que sucias conveniencias políticas; toda estas turbias acciones propician la ruptura y el divisionismo entre la grey panista en Los Tuxtlas que, mientras se hacen trizas, le reafirma el camino al abanderado del PRI, al licenciado Jorge Alejandro Carvallo Delfín, quien con propuestas claras y trabajo político serio y responsable, considera los límites y avanza a paso firme con el apoyo de la ciudadanía de los nueve municipios que conforman el Distrito XIX, en pos de lograr su objetivo político.

En la Hermana República de Topotilandia, no se podría tapar el esplendoroso Sol con el dedo, ya que lo transparenta y afecta a los partidos, es la superficialidad de las corrientes que como tingoliches pardos, esconden su agresividad, porque realmente nunca han funcionado como tingos de opinión, pues carecen de principios.

Adoptan una militancia sin estar condenados a tenerla; siempre por su ‘rastrerismo’ y ‘servilismo’. Jamás son de fiar. Sólo son de un nivel de estridencia, utilizados solo para llamar la atención.

Están en el catálogo de “úsese y deséchese.”

Son una vergüenza para Topotilandia y cobijarlos por mucho tiempo, dañan cualquier sana relación política, y siempre buscan dinamitar la mágica casa del pueblo, a pesar de estar pegados de la ubre.

Por cierto, en Topotilandia, comenzó de mal forma, “la guerra de las bardas” ante la desaprobación generalizada del pueblo.

Algunos pintan su slogan político.

Otro los despinta y pinta los surcos, ante el descontento generalizado de la población de este rejuego político.

¡Señores la voz del pueblo… ES LA VOZ DE DIOS!

Y si el pueblo dice que son las 12 de la noche, así sean las 12 del día, hay que encender las farolas.

En política, la ira es como el fuego, solo se puede apagar al primer chispazo… después,.. muy después, es tarde.