Dom. Sep 24th, 2023

Una mujer más fue asesinada en Veracruz. Ahora, en Emiliano Zapata. Colonia Santa Lucía. A un ladito de la capital. Municipios conurbados.

Pero lo que más llama la atención es que se trató de la mujer tatuada en casi todo el cuerpo.

Además, los símbolos que traía en su cuerpo.

Su cuerpo como un gigantesco mural. El muralismo de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. La enana gigante de José Luis Cuevas.

Por ejemplo:

Una rosa negra en el brazo izquierdo y otra en el hombro.

Una mariposa negra en la espalda baja.

Una mujer con rostro de calavera en el antebrazo derecho.

Unas plumas en el lado izquierdo de las costillas.

Una calavera de gran tamaño en la pierna izquierda.

El reporte oficial es de una mujer desconocida, cuando menos, en la región.

Rigidez cadavérica cuando fue hallada y lo que presumió un crimen cometido de entre cinco a diez horas anteriores.

Fue asesinada el domingo 7 de marzo, en la madrugada.

Hallada sin vida en un camino polvoriento de terracería.

Una más en un Veracruz en el ranking nacional de feminicidios.

Y una más en víspera del Día Internacional de la Mujer, y cuando, incluso, en varias entidades federativas la población femenina tenía listo el operativo para la resistencia pacífica un día antes.

48 horas antes de cuando “Las Brujas del Mar” habían programado Un Día Más Sin Nosotras y una cadena humana en contra de la violencia.

La violencia que de norte a sur y de este a oeste de Veracruz se ha vuelto incesante, descarrillada, navegando en tierra fértil.

La mujer tatuada de Emiliano Zapata.

Quizá por eso mismo tenía tatuada una calavera y el rostro de una mujer con rostro de calavera.

Acaso invocando y convocando a la Santa Muerte y que tantos avisos económicos merece en la prensa escrita dando las gracias por los parabienes recibidos.

Es el Veracruz sórdido, siniestro y sombrío que vivimos y padecemos en cada nuevo amanecer y en cada anochecer.

La 4T y MORENA en Veracruz con el Premio Oscar de los feminicidios.

ÚNICO LEGADO DEL GOBIERNO DE VERACRUZ

Por lo pronto, Veracruz feminicida es el único legado histórico del góber fifí, sabadaba, salsero, catrinero y machetero.

Si con Javier Duarte, Veracruz fue “el peor rincón del mundo para el gremio reporteril”…

Y con Patricio Chirinos Calero los carteles se establecieran por vez primera entre nosotros…

Y si Fernando Gutiérrez Barrios entró a la historia local porque en 40 días pacificó Veracruz asestando manotazo contra “La Sonora Matancera”, los malandros de hoy…, el legado de Cuitláhuac García son los feminicidios.

Y de ñapa, el oleaje avasallante de la impunidad.

Mujer asesinada, mujer en la impunidad, constituye la fórmula matemática a modo.

Podrá el góber jarocho de López Obrador lanzarse incienso a sí mismo festinando que logró triunfo histórico con cuarenta días sin homicidios dolosos.

Pero uno es el mundo rosáceo en que vive y goza y se deleita, y otra, la realidad en la calle y en los pueblos olorosa a pólvora y sangre.

Y a sangre femenina.

De nada, entonces, sirven la resistencia pacífica, las marchas silenciosas, las cadenas humanas contra la violencia, las cadenas de oración en las iglesias y los templos, las cumbres estelares de mujeres con un asiento vacío en el presídium y en donde habrían de sentarse las mujeres asesinadas.

La población femenina (6 de cada diez habitantes son mujeres), en el rincón del infierno más arrinconado de sus vidas.

Los hechos y resultados son el único aval de un hombre. Más, mucho más, de un político encumbrado.

Y el góber de López Obrador, incompetente, incapaz, ineficiente, ineficaz. No puede. El principio de Peter como camisa de fuerza. Está rebasado. Rebasado por la delincuencia organizada y la común.

PERMANENTE RESISTENCIA PACÍFICA

Sabrá el chamán si llamando al celular de Batman o Superman para solicitar un SOS pudiera ayudarnos para llevar a Veracruz del primero al último lugar nacional en feminicidios.

O si el góber jarocho le fajara a su hacedor, López Obrador, para pedir más elementos de la Guardia Nacional.

O si el góber fifí asestara manotazo, primero, al secretario de Seguridad Pública, para pacificar de norte a sur y de este a oeste a la tierra jarocha, y segundo, manotazo a la Fiscal General para detener a los asesinos físicos e intelectuales de tantas mujeres asesinadas y condenar a todos y cada uno al mayor número de años de cárcel y que sirviera de ejemplo, miedo, terror y pánico a los feminicidas.

Sabrá el chamán, por ejemplo, si el góber precioso fue obligado a dar resultados con marchas al mismo tiempo en todas y cada una de las cabeceras municipales de Veracruz.

Incluso que en cada pueblo, frente a los palacios de los Ayuntamientos, varias mujeres se declararan en huelga de hambre al mismo tiempo como resistencia pacífica para exigir resultados.

Es más, quizá bastaría con que los familiares de las mujeres asesinadas invitaran a los corresponsales de la prensa extranjera a un gran foro estatal para que el Veracruz feminicida fuera trascendido en otras latitudes del mundo.

O en todo caso, con que los Colectivos, las ONG, las fundaciones de académicos, los diputados locales y federales de la oposición, los partidos políticos, integraran un frente común para ubicar a los niños huérfanos, hijos de las madres ejecutadas, para un plantón frente al palacio de Xalapa, y de paso, una misa en la Catedral con el arzobispo Hipólito Reyes Larios.

Y es que, así como vamos, con feminicidios casi todos los días, el único camino para ver si pudiera abatirse el oleaje delincuencial es con la resistencia pacífica. De lo contrario, el gobierno de Veracruz seguirá “dándose golpes de pecho” festinando que lograron cuarenta días sin homicidios dolosos, ¡vaya desvergonzados!