Jue. Feb 6th, 2025

POR HERMILO COTO XOLOT
El canto y la inspiración cimbraron una vez más el entorno blanquecino y espeso de un salón en una cálida tarde de verano; mientras el sol afuera en el tejado, alumbraba con sus lúcidos rayos aquel mágico lugar el cual con un sonido que se sumaba con la melodía inconfundible de mariachis y una especie de sainetes emergidos de la graciosidad de un personaje, estremecían con raudos ecos de metáfora y versos nutridos del todo que lo hiciera transparente y significativo ante el concepto de luces de una nueva etapa de vida que lo merecía.
Mientras la atención y el silencio con miradas furtivas, daba paso una voz femenina que con armónicos matices construía palabras tras palabras, el aliento, el ánimo y la inspiración las cuales era parte necesaria impregnarlas en la historia de vida que mostraba una vez más lo mucho de una madre guerrera (Profra. Julieta del Carmen Rodríguez Chontal) que a través de esa trayectoria lo ha dado todo, su vida por entera a su familia y que por ese hecho, hoy constituye lo trascendente vertido en la reminiscencia de la realidad y la fantasía, el sueño y el clamor.
De esa voz que emana del adentro del alma, del cuerpo y la conciencia y del sentir filial fundamentalmente, que no era ni más ni menos que la voz suave y profunda de encantadora y preciada hija Itzel Arrés Rodríguez que exaltaba con palabras profundas, lo que significaban para su querida madre y para ellas especialmente seis décadas de vida de su progenitora. A su lado, sus hermanas Julieta, Gema, Holanda, su hermosa nieta Renata; enfundadas todas con un bello atuendo blanco que las identificaba del grupo ahí reunido.
Su compañero de vida el profesor Abrahám Santiago y sus dos nobles yernos, mismos y que en gestos especiales agradables le rendían también pleitesía y tributo a su muy adorable Maestra Julieta del Carmen Rodríguez Chontal por haber complementado el espacio y tiempo de lo que significan seis décadas cumplidas de existencia que no es cualquier edad, sino algo más serio, extraordinario y trascendente en la vida de un ser humano.
Más allá de la música, una película que en serie de fotos estratégicas armadas cronológicamente rindieron de igual forma atención y respeto a la merecida historia de este honorable protagonismo necesario de una obra admirable e imperecedera.
Es así como en compañía de unos cincuenta personas, allegadas a la familia por la amistad y el afecto que los une e identifica, el pasado lunes 29 del presente mes, fueron testigos presenciales de las luces de una nueva etapa de vida en honor a la maestra Rodríguez Chontal ¡Enhorabuena!