Gran Kayman, Catemaco Ver.—Adorando a Baco y al calor de las bebidas espirituosas, invocando al maligno el joven fontanero Óscar Alberto Xolo Martínez, de 21 años de edad, quien por no saber controlar al “chamuco” se le mete al cuerpo y lo transforma, a tal grado que como vil can, hasta a los de su casa desconoce.
Tal y como sucedió este 4 de marzo del año en curso, cuando Alberto Xolo Martínez, mandó al carajo su chamaba de fontanero y se dedicó a darle gusto a su topotera alegría.
Como en el mes de marzo, muchos practican misas y llamados al que te conté.
Óscar Alberto se sintió chamán, no brujo mayor, y ya etílico le dio por invocar al maligno, quien al parecer se le metió al cuerpo, por que al llegar a casa de su madre, en calle 12 de Diciembre de la populosa Col. 6 de enero, aproximadamente como a las 12:30 de la noche de este día 3 de enero, armó tremendo escándalo y empezó a golpear a su progenitora Luz del Carmen Martínez Chigo, de 49 años de edad, y quien se atreviera a defenderla vecinos, que poco se enteran de estos eventos, dieron aviso a la Policía Municipal Preventiva, quienes acudieron al auxilio a bordo de la patrulla 014 y con gran habilidad logran la intervención del rijoso ebrio.
Óscar Alberto Xolo Martínez, a petición de la agraviada madre fue puesto tras las rejas de la cárcel municipal, donde horas después ¡Aún después de vapuleada por su hijo!, su madre doña Luz le llevó un “chesco” y una torta.
“Madre sólo hay una”, pero eso no parece importarle al aprendiz de “Chamuco” Óscar Alberto, quien no muestra arrepentimiento de lo que hace cuando anda “briagoberto”. Aún estando tras las rejas se muestra altivo y grosero.
juanita no maaa…. s asi po su gusto jajja deja que te de tu madrina ati y ya veras que cambias de parecer jajajaja
pobre chico le fata afectos por parte de sus padres tiene una depresion muy fuerto y su unica manera de sentirse libre es poniendose un ay bueno tambien hay que pensar como lo educaron y que valores vio cuando era niño.
Cobarde como este personaje merecen que le den una buena madrina para que se le quite lo brabucon, COBARDE.