Jue. Mar 28th, 2024

AGENCIAS | MÉXICO.- Fonatur presentó el pasado 23 de septiembre a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Manifestación de Impacto Ambiental con carácter Regional (MIA-R) del tramo 4 del Tren Maya, que va de Izamal, Yucatán a Cancún, Quintana Roo. La Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) de la Semarnat, integró el expediente 13 días después, el 6 de octubre, y comenzó de inmediato con la evaluación del proyecto que contempla la reingeniería de la Autopista 180 D Mérida-Cancún, mejor conocida como la Autovía del Mayab, y la construcción y operación de una vía férrea con un recorrido de poco más de 239.5 kilómetros a lo largo de 11 municipios. De acuerdo con el documento de seis mil 563 páginas, para acondicionar la autopista de cuatro carriles y construir la vía del tren de doble sentido y las obras complementarias, se considera una superficie total de desplante de mil 749 hectáreas, 410 hectáreas de afectación y cambio de uso de suelo en 317.28 hectáreas. En todos los casos, se desconocen las coordenadas de los impactos ambientales debido a que fueron borradas de la versión pública del texto “por tratarse de información confidencial de carácter comercial”. A diferencia de la anterior Manifestación de Impacto Ambiental del Tren Maya de los tramos 1, 2 y 3, que hacía una estimación del desmonte de más de 11 mil árboles, en esta ocasión, no hay un cálculo de la flora que se tendrá que retirar para el cambio de uso de suelo de 317.28 hectáreas. La MIA-R cita a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), para señalar que las selvas perennifolias, – que irremediablemente convivirán con el Tren Maya -, son los ecosistemas terrestres con mayor diversidad biológica y complejidad ecológica, que tienen árboles de más de 30 metros de alto, que conservan su follaje durante todo el año. “Su importancia ecológica radica en que son el hogar y refugio de especies enigmáticas como el jaguar (Panthera onca), el mono araña (Ateles geoffroyi), mono aullador (Alouatta palliata), el coatí (Nasua narica), el venado cola blanca (Odocoileus virginianus), y el tapir (Tapirus bairdii) entre otros”. Además, señala que las selvas participan en la regulación del clima, ayudan a mitigar las sequías, las inundaciones, y contribuyen en la conservación de los suelos recuperando su fertilidad, ya que son los principales captadores de agua. El proyecto establece que los impactos ambientales por desplante, afectación y cambio de uso de suelo son en el trazo del Tren Maya; la construcción de cinco estaciones ferroviarias; dos zonas de servicios; cuatro laderos; cuatro entronques; una base de mantenimiento; dos curvas de rectificación de la curva Leona Vicario ubicada en el municipio de Puerto Morelos, Quintana Roo; ocho retornos; 26 pasos vehiculares; 55 pasos ganaderos; 19 pasos de fauna, y 61 obras de drenaje. El tramo 4 del Tren Maya “operará en un inicio con diesel y una vez que se cuente con la infraestructura por parte de la Comisión Nacional de Electricidad (CFE), se desarrollará la estrategia para migrar a electricidad”. Pasos de fauna De los 19 pasos de fauna que incluye el proyecto, dos son elevados y 17 son inferiores, pero también se desconocen sus coordenadas y diseño, porque fueron tapados del documento argumentando que es “información confidencial de carácter comercial”. “Para guiar a los animales que quieran cruzar por estos pasos, se considera la colocación de cercos de exclusión o mallas de conducción”, indica Fonatur Tren Maya S.A. de C.V. Lo único que se puede consultar es que los pasos de fauna elevados serán de forma rectangular y se ubicarán en Puerto Morelos, Quintana Roo. Mientras que los pasos de fauna inferiores rectangulares se localizarán en Benito Juárez, Puerto Morelos y Lazaro Cárdenas, Quintana Roo, así como Chemax, Uayma, Yaxcabá, Sudzal, Kantunil e Izamal, en Yucatán. Cenotes Aunque el tramo 4 del Tren Maya no considera la implementación de ninguna obra que implique obras subterráneas que pudieran impactar en el flujo hidrológico de las comunidades de manglar, si pretende utilizar pilotes “en secciones que presenten un peligro por karsticidad alto y muy alto con el objetivo de evitar los colapsos”. “Para la realización de estas obras, se deberá observar las estrategias de prevención y mitigación de impactos sobre formaciones kársticas establecidas en el Programa de Conservación de Suelos y Reforestación que incluye acciones de prevención, mitigación de riesgos y daños ecológicos potenciales ocasionados al paisaje kárstico, cenotes, cuevas y cavernas”, precisó. Según la estrategia la losa piloteada es una de las soluciones de Ingeniería Geotécnica más apropiada para el problema de karsticidad, “debido a que a través de su correcto diseño y construcción será capaz de trasmitir los esfuerzos producidos por la estructura del tren hasta la roca por debajo de las zonas de cavernas. Es decir, sin importar que el techo colapse, la estructura no deberá presentar afectación alguna”.