PLANA MAYOR
- Rudeza, exclusión y triunfalismo
“Ser o no ser, esa es la cuestión”. William Shakespeare
Gaudencio García
La campaña proselitista de los candidatos (as) a la gubernatura de Veracruz, ha sido la más despiadada, desaseada y terrorífica que se tenga memoria en territorio veracruzano.
El candidato opositor de la coalición PRI-PAN-PRD ha enfrentado como nunca a una candidata oficialista que desde antes de la precampaña contó y sigue contando con todos los recursos y fuerza del aparato presidencial.
El talibán de Macuspana ha seguido alimentado pruebas y testimonios desde el púlpito ‘mañanero’-la auténtica fiscalía- que obran en poder de los observadores nacionales e internacionales para que el INE tenga los elementos suficientes para anular las elecciones, tanto presidencial, gobernadores, senadores o diputados, según sea el caso.
No ha sido una campaña equitativa, no ha habido ‘piso parejo’, ni ha habido certeza jurídica. El candidato opositor nacido en Perote, José Francisco Yunes Zorrilla, ha tenido que navegar a contracorriente ante la embestida brutal de los gobiernos morenistas, pero ha salido a flote.
El mitómano y dictador de facto de Palacio Nacional y su pelele Cuitláhuac García, por más que se esmeran en colocar todo tipo de obstáculos, utilizando todo el poder del Estado, infamias y desdoro para frenar al candidato opositor, a la postre, se les ha revertido y convertido en un peligroso búmeran en perjuicio de Claudia Sheinbaum y la ‘recaudadora’ Rocío Nahle, que se reflejan en las encuestas.
Extraña que, en la recta final, un grupo de ciudadanos de diversas profesiones y/u oficios de la geografía veracruzana denunciaran a este espacio su molestia, inconformidad y falta de deontología de la burbuja de colaboradores de Pepe Yunes.
Bajo reserva de mantener el anonimato, los activistas, hombres y mujeres que han sido relegados de los gobiernos federal y estatal, se quejaron de que el primer círculo de colaboradores de Pepe Yunes los han marginado, tratado con rudeza y exclusión de los eventos del candidato opositor.
Contrasta, afirman los quejosos, con los buenos modales, ortodoxia política y ética de Yunes Zorrilla. A escasos días del cierre de campaña de la coalición opositora, impera el triunfalismo y la soberbia, como ocurre con la candidata oficialista.
Echar campanas al vuelo y actuar con triunfalismo es un agravio para los veracruzanos, es una falta de respeto a los electores, cuando todavía no se celebran las elecciones.
Estudios de expertos en seguridad nacional y electoral, han constatado el hastío, el encono y exacerbación popular que existe contra las acciones y decisiones de los gobiernos de Obrador y de Cuitláhuac.
La rudeza, exclusión y soberbia no conducen a buen puerto, sobre todo, cuando se ha demostrado que las propuestas del experimentado político nativo de Perote son un bálsamo para reconstruir el tejido social, destruido por la horda de Morena y su mesías tropical.
No estaría por demás examinar el búnker, donde confluyen operadores de los más disímbolos equipos de exgobernadores-algunos de pésima fama, que riñen con el discurso de la honestidad del candidato-, donde hay entuertos para corregirlos.
Hasta ahora Pepe Yunes ha remontado todos los pronósticos adversos, reflejados desde el inicio de su campaña proselitista y, se espera, una elección cerrada, apretada y controvertida, según la firma Polls Mx, el ganador levantara la mano por uno o tres puntos.
Al calce…El pronostico de los pitonisos: Pepe se llevará el triunfo, guste o no le guste a Obrador y su oligarquía.
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