16 DE SEPTIEMBRE DE 1810.
EL GRITO DE
INSURRECCIÓN
Se levanta el águila imperial
de la gran Tenochtitlan,
Huitzilopochtli resurge inmortal,
como lo hiciera en Aztlán.
El águila y el zurdo colibrí,
remontan al cielo el vuelo,
viendo a su pueblo sufrir
la esclavitud por el ibero.
Masacre, tortura y opresión,
vieron que el hispano hiciera
al indio que es todo corazón
y tres siglos, maniatarlo quisieron.
Esa fue la mística visión
que Hidalgo descifró,
iniciando la insurrección
y los grilletes rompió.
A mediados de septiembre
de mil ochocientos diez,
la lucha con fragor se emprende,
unos a caballo y otros a pie.
Con la imagen Guadalupana
que mantenía la devoción,
muchos pueblos hermanos
se unieron a la rebelión.
Fue el Grito de Dolores,
el despertar a la libertad
de la horda de españoles
que nos quisieron aplastar.
A doscientos un año
del inicio de la independencia,
tal parece que como antaño
no hay para el pueblo clemencia.
¿O seguimos dominados
por el español y el capitolio?;
porque teniendo tanto petróleo,
lo justo, no hemos avanzado.
Se pavonea la oligarquía,
simulando latina democracia;
¿será entonces, una tiranía
que nos mantiene en la desgracia.?
El Autor:
Profr. José Domínguez Martínez
Reflexión: Haga cada cual, aquello que lo ponga de acuerdo con su conciencia (Horacio)
San Andrés Tuxtla Ver., a 16 de Septiembre del 2011 (MES PATRIO)