Jue. Mar 28th, 2024

 

ESPN | DEPORTES.- El viernes fue Osorio y este lunes fue Ferretti. ¿Será que los dos experimentados entrenadores fueron capaces de ver más allá de lo que la Selección Mexicana puede ofrecerles? ¿Acaso las negativas de ambos no sugieren que hay que revisar cambios estructurales en el futbol mexicano para que la selección pueda alcanzar sus objetivos? Lo que queda claro es que, en cualquier momento, alguien dirá “sí”, pero nadie tiene la “varita mágica” -ni Osorio, ni Ferretti, ni Almeyda, ni Herrera, ni Villas Boas- para transformar a la selección de la noche a la mañana y llevarla a competir ante las grandes potencias del juego. Me pregunto: ¿Cuándo la selección mexicana de futbol habrá dejado ser un producto altamente deseado por los entrenadores? Estoy seguro de que llegará, en cualquier momento, alguien que diga “sí”, pero, por lo pronto, la selección mexicana ya ha acumulado dos “no” rotundos en las ultimas 72 horas…

México necesita un entrenador de ideas claras, contundentes y que pueda imponerse a los “vicios” y a la “contaminación” que rodean a la selección. El ‘Tuca’ está o estaba “hecho a la medida…”

Porque la llegada de Ferretti también significaba la llegada de un “sistema” que incluye valiosos colaboradores en los nombres de Miguel Mejía Barón, Hugo Hernández, Guillermo Orta y Antonio Sancho. Era una vuelta a un pasado importante de la selección, donde los “alumnos” de Guillermo Aguilar Álvarez -y los Pumas- volvían a tomar el control del equipo mexicano.

El ‘Tuca’ no quiere y podemos buscar uno y más motivos, cuando la realidad indica que es el complicado entorno, la forma en la cual se maneja a la selección, más como un producto comercial que una entidad futbolística. Ferretti sabe de qué se trata y cómo se conduce el futbol mexicano cuando se trata de la selección nacional.

Ferretti es el segundo personaje que, en menos de 72 horas, le planta un “no” rotundo a la selección mexicana. Ya el viernes, el colombiano Juan Carlos Osorio había renunciado a la posibilidad de una continuidad en su trabajo. ¿Qué sucede? Que ni Osorio ni Ferretti están totalmente convencidos de que, con las condiciones actuales del futbol mexicano, la selección nacional pueda dar el paso de calidad que tanto añoran y exigen los aficionados. Osorio tiene otras ofertas que le pueden llevar a un horizonte de mayor desarrollo deportivo y Ferretti tiene un trabajo estable en uno de los clubes de mayor poderío en el futbol mexicano. Ninguno de ellos tiene una “varita mágica” que pueda garantizar la transformación de la selección en cuatro o hasta en ocho años.

El ‘Tuca’ es -o era el ideal-. Después de él, en el medio local, hay candidatos interesantes, pero sin su profundidad y experiencia. Los nombres de Miguel Herrera y Matías Almeyda vuelven a aparecer en el panorama, así como también el del portugués André Villas Boas.

La parte más importante de nombrar un entrenador sigue siendo el proyecto que le acompañe. Y ese proyecto debe incluir también algunos cambios esenciales en las estructuras del futbol mexicano, que le permitan al seleccionador contar con el futbolista -la materia prima- necesaria para generar el cambio y acercar a México a la alta competencia del futbol internacional. Creo que Osorio y Ferretti han visto más allá del horizonte precario que hoy significa dirigir a la selección mexicana. Han visto que, sin la transformación necesaria, será difícil dar ese paso de calidad. Así que para ellos fue mejor hacerse a un lado.