Sáb. Abr 20th, 2024

grafico rTrago amargo para Héctor Yunes en Los Tuxtas

 Con el rostro desencajado y visiblemente molesto descendió de su camioneta y se dirigió a céntrico restaurante-café de San Andrés Tuxtla, ante la mirada indiferente de algunos comensales que cotidianamente ahí se reúnen; había panistas, perredistas, convergentes y algunos representantes de los medios de comunicación.

Todos quietos en sus sillas y mesas, apáticos, desinteresados ante la presencia del individuo quien no tuvo de otra más que recorrerlas y extender su mano para saludar a los presentes, en un ambiente frio y sombrío.

El hombre, que en los últimos días ha despotricado a diestra y siniestra en contra del líder de los priistas en Veracruz, licenciado Jorge Carvallo Delfín, estaba de malas, visiblemente irritado y podría decirse que, el ex líder parlamentario en Veracruz y ex secretario de Gobierno, se sentía fuera de base.

No era para menos. Se había desayunado un trago amargo, la última encuesta de la empresa Buen Día & Laredo, solamente le da un 8 por ciento ante un Javier Duarte de Ochoa que se mantiene con 30 puntos porcentuales en las preferencias electorales.

El rebelde, como ya muchos lo han calificado, va en caída libre y sin paracaídas y para colmo de malas y como si fuera una especie de salación para él y su proyecto, estaba “cobijado” por puros “cartuchos” quemados, esos que tienen el estigma negativo de perdedores, comandados por Jorge Uscanga quien grita estar trabajando “la plaza” para Enrique Peña Nieto.

Y flaco favor le hizo “La María Elena Tolete” al señalar al Delegado de Los Tuxtlas de la Fundación “Luis Donaldo Colosio”, que allí en el Café del Parque se encontraba “una oreja” (al tiempo de que se la agarraba) de Jorge Carvallo.

Ante esto, un tanto envalentonado Héctor Yunes Landa, dijo a los del café que estaba participando en la contienda de la precandidatura al Gobierno de Veracruz, en una legítima aspiración, al tiempo de que recriminaba actitudes y comportamientos del dirigente priísta y precisaba que había antidemocracia y preferencias al interior del Instituto.

Y fue aquí en este escenario donde le taparon la boca, más bien le hicieron ver su craso error y poca visión de lo que realmente está ocurriendo.

José Ybarra Muñiz, el Delgado de la Fundación Luis Donaldo Colosio, le espetó y tasajeó en su cara que “el Partido Revolucionario Institucional es de Disciplina, Lealtad y Democracia”, en clara alusión de que Héctor Yunes está haciendo todo lo contrario y remando contra la corriente.

Acto seguido y sin articular otra palabra más, el protagonista de esta historia, se retiró en compañía de su séquito de uscanguistas y se dirigió a las instalaciones de los directores de los medios impresos locales con quienes sostuvo prolongadas entrevistas en las que destacó su “cantaletita”, conocida por todos.

Por cierto, los soldados de la información aquí en Los Tuxtlas, se quejaron y lamentaron la descortesía de los “operadores” del “aspirante” a Gobernador y de él propio por que mostró lo codo que es, e hicieron los más acres comentarios como “La Carabina de Ambrosio y Héctor Yunes”… “Bajo que rey te amparas”… “Con los uscanguistas ya lo chupó el Diablo”… Dime con quienes te juntas y de diré que ya te jodiste”… “Está más que eclipsado y opacado”… “Más frio que una paleta del Polo Norte”, “A éste ni quien lo pele”, entre otros muchos descalificativos.

En pocas palabras, Héctor Yunes sintió en carne propia la ausencia del poder que antes le dio el Gobernador del Estado Fidel Herrera Beltrán; caminó por algunos minutos en céntricas calles y a su paso nadie lo saludaba, tal vez porque nadie le conoce o a lo mejor porque con los uscanguistas la ciudadanía no quiere nada.

Así de simple y de sencillo.

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