Mié. Abr 17th, 2024

Reflexiones…

Norma Muñoz, San Andrés Tuxtla, Ver.—Después de los inimaginables peligros a los que se exponen al intentar cruzar la frontera; luego de haber logrado cruzar y acaso conseguir un empleo; muchas veces mal pagado por explotadores que abusan de quienes carecen de la documentación residencial, pensar en todas las horas de trabajo que tienen que realizar; las humillaciones que tienen que soportar y las privaciones de salir a las calles, para que no ser arrestados o deportados a México…

En fin, eso y muchas otras cosas más tienen que vivir nuestros paisanos, familiares, amigos y conocidos para mandarles dinero a sus familias, para que sobrevivan y tengan una mejor vida, si acaso. Y si a esto le agregamos que muchas veces son esfuerzos en vano, porque éstos no son valorados ni por sus propias familias, que lamentable resulta para quienes se juegan la vida buscando el sueño americano para dar una mejor vida a la esposa y a los hijos que permanecen por años sin el cariño de sus padres…

Algunas esposas que estos hombres escogieron no tienen bien fundamentados sus valores, y esto las lleva a no agradecer en muchas de las ocasiones estos esfuerzos; pues solamente están acostumbradas a retirar dinero de cajeros y cobrar giros.

Peor es, y hay que señalarlo porque es una realidad que ese dinero, muchas veces lo utilizan para comprarles ropa o pagarles vicios a individuos que no tienen escrúpulos, y que se aprovechan de la soledad de esas mujeres, para sacarles dinero o bien les cobran por sus servicios; tratándolos todavía como reyes, preparándoles casi un banquete.

No es grato saber que esto sucede, pero es una realidad que afecta a la sociedad, convirtiéndolo en un problema social de antivalores; que muchas veces termina en tragedias.

Esta situación ya tiene años que se comentan en todos los rincones en reclamos, denuncias y demás, pero nadie ha tenido el valor de difundirlo; reflejándose en varios lugares del país y más en las comunidades, congregaciones y ejidos; así tenemos sin ir muy lejos las que pertenecen al municipio de San Andrés Tuxtla, como son Cuesta de Laja, Comoapan, Cuesta Amarilla, Tepanca, por citar algunas.

Aunque cada quien es responsable de sus actos, pero ya es momento de reflexionar y valorar, cuando existen muchas otras mujeres que trabajan para darles de comer a sus hijos y solo les pagan $ 350 o $ 450 pesos semanales; trabajando hasta más de 9 horas.

Espero de todo corazón que cambien de actitud; porque tarde o temprano los errores, solo traen malas consecuencias en la vida, de quien los comete.