Jue. Mar 28th, 2024

La democracia en el PRI está agonizando

Al perder el PRI las elecciones presidenciales del año 2000, este instituto político tuvo que reconocer que los mexicanos no votaron a favor del PAN, sino más bien, su voto fue contra el PRI y los excesos en los que había caído durante 70 años de Gobierno. Al sabor de la derrota, los priistas se quitaron la venda de los ojos, y supieron reconocer la voz del pueblo al que habían olvidado, y que al unísono gritaba: “Ya basta”. El aprendizaje de la historia, brinda la sabiduría necesaria para tomar las decisiones correctas, porque quien no conoce su historia, está condenado a repetirla.

Los viejos dinosaurios priistas tuvieron que abrir sus espacios a nuevas generaciones de políticos; empezaron a buscar a las bases militantes que tanto habían olvidado por enriquecer a unos cuantos líderes charros y políticos corruptos; aprendieron de sus errores, y empezaron a caminar sin la guía de un presidencialismo exacerbado, que imponía sus decisiones a gusto, conveniencia y compadrazgos. Pero lo más importante de estos cambios, fue que el PRI se democratizó

Al perder la figura presidencial, y al primer priista del país, al interior del PRI se formaron diversas corrientes de libre pensadores y grupos de poder; lo cual significó un avance positivo para el tricolor. Las cabezas de grupo, tuvieron que demostrar su liderazgo con hechos, y no con palabras; y, fue así como las diversas organizaciones adherentes se fortalecieron gracias a un trabajo real. El PRI, empezaba su etapa de reconstrucción.

En cada una de las entidades, los gobernadores se convirtieron en los primeros priistas, y tenían la facultad de tomar decisiones propias, sin tener que pedir permiso al Presidente en turno y buscar el consenso de sus compadres; y con la enseñanza de la derrota, muchos mandatarios se fueron fortaleciendo y recuperando espacios que en elecciones pasadas fueron ganados por partidos de oposición. Este fue el caso de Veracruz.

El Gobernador Fidel Herrera Beltrán inició un trabajo arduo y minucioso que ha durado cinco años, recuperó la confianza de los veracruzanos, y en varios procesos electorales ganó espacios ganados por la oposición, principalmente por el PAN. Sin embargo, el mandatario veracruzano está en la recta final de su administración, y al ser el primer priista en Veracruz tiene la convicción de poder elegir a su sucesor, y por ello ha buscado impulsar al diputado federal por el Distrito de Córdoba, Javier Duarte de Ochoa; pero, ¿qué pasa cuando su elegido no cumple con el perfil que los veracruzanos en su momento vieron en él –Herrera Beltrán-, cuando buscaba el voto que lo llevaría a ocupar la oficina principal de Palacio de Gobierno?, pese a que se le está brindando todo el apoyo económico y logístico.

Este domingo fue el destape oficial del “Delfín” del Gobernador, y lo tuvo que disfrazar con un 1/er. Informe de Labores, ¿qué puede informar a cuatro meses de labores legislativas?, que fue unos de los diputados que aprobó más impuestos para los veracruzanos, y los mexicanos. De hecho, todas las acciones que informó, -y que ha sido promocionada de manera exagerada en medios de comunicación-, fueron gestionadas por el Gobierno del Estado, y no sólo por la bancada priista en el Congreso de la Unión.

Lo peor, han iniciado una fuerte campaña mediática de promoción de Duarte de Ochoa en todos los medios de comunicación, y los veracruzanos se preguntan, ¿de dónde sale todo el dinero para pagar las pautas en televisión y radio, así como las inserciones de sus boletines en medios impresos y portales de internet?, ¿quién está pagando los espectaculares con los que están tapizando las principales ciudades de la Entidad?. Acaso, -y es pregunta-, ¿toda esta publicidad estará siendo pagada por los 50 millones de pesos que se “ganó” de manera milagrosa el empresario y constructor, Jesús Antonio Macías Yazegey, padre de Karime Macías, esposa de Duarte de Ochoa, en el sorteo del 31 de Diciembre?.

La convención de Delegados, será un mero trámite, la imposición es prácticamente un hecho consumado; la democracia en el PRI está agonizando, y a punto de dormir el sueño de los justos. Ante este escenario, habrá que esperar cual es la postura del diputado con licencia, Héctor Yunes Landa, y de sus seguidores que han sido hostigados de mil maneras por su propio partido y el Gobierno del Estado. Y, falta también la postura del tercer candidato, José Yunes Zorrilla, que cuenta con la simpatía de los veracruzanos, pero que no cuenta con la estructura electoral que tiene Yunes Landa. Pero, así como es inminente la imposición, también lo es la ruptura; el escenario se complica cada día, y los únicos beneficiados, serán el candidato del PAN, del PRD y Convergencia. El pronóstico es muy claro, el Palacio de Gobierno puede cambiar de color este año, y una cosa es segura, dejará de ser rojo.