Mar. Mar 19th, 2024
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UNO. «Ya chole»

López Obrador, el primer presidente de izquierda en el siglo XXI en el país, sigue acuñando frases bíblicas, memorables, citables, imborrables y recordables.

La penúltima es la siguiente: «¡Ya chole!».

La expresó para defender una vez más a Félix Salgado Macedonio, acusado de 5 ultrajes, abusos y acosos por igual número de mujeres en Guerrero, y precandidato a la gubernatura por MORENA.

¡Ya chole» dijo desde la conferencia mañanera como si su palabra presidencial fuera el non plus ultra para que a partir del momento, las mujeres inconformes y sublevadas a la nominación de Macedonio, se aplicaran ellas mismas la Ley Mordaza y obedientes y sumisas, ajá, se disciplinaran.

Quizá desconoce la enseñanza de la señora madre de Fidel Herrera Beltrán cuando saliera de Nopaltepec y le diera la bendición con la siguiente experiencia de vida:

«Nunca te pelees con una mujer porque es pelearse con doscientos hombres al mismo tiempo».

DOS. AMLO, folclórico

López Obrador recurre a la filosofía popular cuando los argumentos le son insuficientes para convencer a la población electoral. Y de paso, revirar, filoso, a los conservadores, enemigos, adversarios, opositores y críticos.

Entre otras grandes frases del anecdotario popular que ha convertido en propias están las siguientes: «No somos iguales», para marcar la raya de los priistas, panistas y perredistas señalados de corruptos.

«Yo tengo otros datos», para revirar a los críticos, incluso a reporteros, cuando le preguntan en la mañanera sobre temas prohibidos, pero más aún, riesgosos.

«Es ofensivo que nos comparecen» para insistir en que ellos, la 4T, las tribus guindas, son honestas «a prueba de bomba» y los demás, pillos y ladrones.

«Eso calienta» cuando ha perdido el control de las emociones, pero más aún la serenidad ante analogías canijas.

TRES. Sabiduría popular

El sexenio lo inició decretando que para los carteles y cartelitos, sicarios y pistoleros, malandros y malosos, una política de «abrazos y no balazos» y que, bueno, de pronto, dejó de pronunciar quizá por la decisión errónea, acaso porque como elemento distractor dejó de funcionar, quizá porque únicamente se divertía y le había fastidiado.

Durante muchos años, en el Foxismo, su anecdotario preferido fue la frase de «¡Ya cállate, chachalaca!» con la que volvió a Vicente Fox trapo de cocina.

Un sexenio donde el presidente de la república gobierna y ejerce el poder, digamos, con la sabiduría popular.

CUATRO. Diccionario picaresco

La frase de «¡Ya chole!», tan exitosa por cierto en las redes sociales, fue para defender a su candidato a gobernador en Guerrero. «Rata de dos patas» que le cantaría Paquita la del barrio. «¿Me estás oyendo, inútil!» que le reiteraría.

La frase, sin embargo, se encarta en aquellas de «Nosotros no somos iguales», tantas veces repetida quizá porque como decía Joseph Goebbels, el súper Ministro de Información de Adolf Hitler. «Una mentira mil veces repetida se convierte en verdad».

Pero por lo pronto, con su diccionario picaresco, López Obrador hará felices a uno que otro militante probado y comprobado de MORENA, entre otros, y como escribió el gran cronista Francisco Ortiz Pinchetti: Manuel Bartlett Díaz, Elba Esther Gordillo, Alfonso Durazo Montaño, Carlos Romero Deschamps, Miguel Barbosa Huerta, René Bejarano Martínez, Pío López Obrador, la famosa prima incómoda, Ricardo Monreal, Irma Eréndira Sandoval. Se ignora si también la frase mística llegará a Miguel Alemán Velasco, el ex gobernador de Veracruz recién acusado por la secretaría de Hacienda y Crédito Público de presunto fraude fiscal por el caso Interjet, donde la mayoría de los trabajadores se declararon en huelga de hambre, luego de tantos meses de esperar el pago quincenal.