La profesora María Enriqueta Martínez Blanco y el licenciado Homero Ramírez Ocampo, registran su planilla ante el PRI, como candidatos a la presidencia y secretaría general del CDM del PRI en Catemaco
Abel Cadena Pérez, Catemaco, Ver.— Sin desarrollo político el desarrollo social se dificulta, simplemente porque en últimas fechas ha disminuido la participación ciudadana por la falta de propuestas de quienes se promulgan como “disque líderes” e ignoran que la política es una filosofía de Acción Social; que ser político, es comprometerse abiertamente con la realización de acciones que mejoren nuestra forma de vida como seres humanos.
Es esfuerzo permanente, encaminado a disminuir conflictos; lograr acuerdos y obtener consensos para armonizar legal y pacíficamente los intereses particulares entre sí, y con el interés de la colectividad. Urge pues, en el aún mágico municipio, impulsar una nueva cultura política fincada en el conocimiento y pleno ejercicio de los derechos constitucionales, en cuyo impulso ha de reflejarse en una mayor participación ciudadana.
¡Basta pues, de priístas de élite y perfumados!
Ante la Comisión de Procesos Internos del PRI Municipal que encabeza don Francisco Báxin Hernández, como presidente; el licenciado Noé L. González Ramírez, secretario técnico; Mario Cazales, José Domínguez Prieto y Erasmo Chontal, como vocales; ante el ingeniero Jorge Ortiz Jiménez, delegado municipal del PRI; y don Alejandro Delfín Fernández, delegado regional del PRI, presentaron la documentación requerida, la profesora María Enriqueta Martínez Blanco, y el licenciado Homero Ramírez Ocampo, los que registraron su planilla ante dicha comisión, como presidente y secretario general del Comité Municipal del PRI Municipal de Catemaco.
Los que desde ahora, y después de la ratificación del cargo, si esto se da, tienen un trabajo de esfuerzo permanente donde tendrán que hacer acopio de talento en la búsqueda de suma de voluntades. Talento para saber conjuntar el vigor, la enjundia de los jóvenes para amalgamarla con la experiencia y seriedad de la vieja militancia.
De otro modo, si no se va al rescate de estas personas, asegurado será apostar al fracaso, porque Catemaco, vive hoy la recomposición de su tejido social; el surgimiento de nuevos actores en su vida política; la formación de una nueva pluralidad y la emergencia de demandas inéditas y de nuevas expectativas. Urge pues, cambiar la imagen del PRI municipal para mejorar y que la hoy, exigente y crítica ciudadanía catemaqueña, vuelva a tener fe y esperanza.
