Vie. Abr 19th, 2024

En el principio, Dios

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Génesis 1:1.

Margarita sufre. Las derrotas desfilan por su mente como hormigas rastreras y siniestras, dan lugar al miedo. Los consecutivos fracasos retornan a su memoria, invaden su mundo.

La llaga sangra otra vez. La joven mestiza cree que no tiene “suerte”. Llegó a los Estados Unidos, acariciando el “sueño americano”. Los años pasan y nada logra, gana poco dinero, cambia de empleo constantemente; ninguna iniciativa le sale bien.

“Todos vencen en este país menos yo”, comenta con sus amigos, desanimada, “simplemente no tengo suerte”.

Margarita es una joven luchadora; se levanta de madrugada, trabaja 14 horas por día, en dos empleos diferentes; regresa a casa de noche, cansada; Tiene apenas fuerza para darse un baño y dormir. La rutina de su vida es agobiante.

¿Qué futuro le espera? Se mira en el espejo y empieza anotar algunas líneas marcadas en el rostro. “Estoy envejeciendo, y no logro ver nada” se lamenta.

¿Qué tiene que ver el versículo de hoy contigo Margarita? Enjuga las lágrimas y trata de escuchar la voz de tu Padre Celestial. En el principio no había nada, ¡o tal vez sí! “La tierra estaba desordenada y vacía. Las tinieblas estaban sobre la faz del abismo”; dice el versículo 2.

¿Te das cuenta? Sólo desorden, vacio y tinieblas. Casi nada, nada; pero, entonces aparece Dios y da forma a los cielos, y da forma a los cielos y a la tierra. El escenario universal cambia cuando Dios entra en acción. ¿Qué ocurrirá en tu vida, si colocas en el principio a Dios? ¿Te has preguntado alguna vez, si no logras lo que tanto anhelas, porqué en el principio solo están tus sueños, planes y proyectos?

Luchas sola, trabajas sola, por eso piensas que tus metas son inalcanzables. Atrévete a colocar a Dios en el principio de tu vida, y veras que todo cambia, no por fuera. Las circunstancias pueden continuar siendo las mismas; pero, tú no. Dios trabaja primero en ti. Coloca en orden tú mundo interior; llena, el vacio de tu corazón y trae luz a tu vida, te inspira.

El terror desaparece, desaparecen las dudas, el desanimo y empiezas a ver que las circunstancias adversas, y aparentemente injustas, nos son tan atemorizantes  como parecen.

Has del resto de este año, un año de victoria. Coloca a Jesús en primer lugar, por que; “En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Génesis 1:1.