Sáb. Abr 20th, 2024

jarqueAgencias .- El futbolista estaba en su habitación, conversando por el teléfono móvil con su novia, que se encuentra embarazada. De repente, se desplomó. La chica, asustada, llamó a un compañero del equipo -Corominas, con el que compartía el cuarto- para alertarle de que Jarque no le respondía al teléfono. Al subir Corominas a la habitación, junto al delegado del equipo, José María Calzón, inquietos porque no era una actitud normal en él, se encontraron a Jarque en el suelo. Rápidamente, los servicios médicos de emergencia acudieron al hotel donde estaba concentrado el equipo, en Florencia, donde hoy tenía un partido amistoso de pretemporada contra el Bolonia. Pero la actuación médica no dio resultado y no pudieron reanimarle.

Jarque estaba pasando por su mejor momento deportivo, una vez que el técnico, Mauricio Pochettino, le había escogido como el capitán del equipo. «Es un orgullo y un reto defender la camiseta del Espanyol. Llevar el brazalete es un sueño hecho realidad», aseguró hace dos semanas.

Jarque dedicó toda su vida al Espanyol. Bien peinado, espigado y un tanto flacucho como era a los 13 años, dejó su equipo de barrio, el Ciudad Cooperativa de Sant Boi de Llobregat, y se presentó en las instalaciones del Espanyol para realizar su primer entrenamiento. «Soy medio centro», aseguró al presentarse al técnico de los infantiles. Pero Tintín Márquez, que luego le dirigió en el primer equipo, le cambió de demarcación: defensa central. Y nunca más se movió porque le fue de fábula.

Debutó en octubre de 2002 contra el Recreativo. Javier Clemente, tras sacarle de titular contra el Atlético un mes más tarde, defendió a ultranza su categoría, aunque puso de relieve su falta de veteranía sobre el campo: «Si hace una entrada a Salva, éste envía a Jarque a la grada». Con el tiempo, maduró. «Ya no soy ese niño. Ahora tengo fuerza y experiencia», decía hace dos días.

En el Espanyol no daban crédito a lo sucedido. No había indicio alguno -los médicos del equipo nunca le encontraron nada raro en las diversas pruebas de esfuerzo con gases, electrocardiogramas y ecocardiogramas- de que le pudiera pasar algo. La única advertencia del futbolista fue ayer, cuando el técnico dio la tarde libre al equipo. El jugador decidió no ir a visitar la ciudad, algo raro en él porque siempre se rodeaba de los compañeros del equipo. No se sentía, dijo, bien.

No es el primer caso de un futbolista que fallece de un ataque al corazón: el camerunés Foé, el húngaro Feher y Puerta, del Sevilla, que murió pocos días después del ataque que le sobrevino en pleno partido contra el Getafe. Jarque, sin embargo, estaba en su habitación.

El Espanyol, que ha suspendido su pretemporada italiana, regresa hoy mismo a Barcelona.