Abel Cadena Pérez, Catemaco, Ver.— “La mujer no se toca ni con el pétalo de una rosa; son la corona de la creación…
“La violencia, es quizá la más vergonzosa violación de los derechos humanos, mientras continúe no podemos afirmar que estamos logrando progresos reales hacia la igualdad, desarrollo y la paz…
“La violencia de género no es tan solo la que se ejerce contra la mujer en el hogar, es mucho más amplia y afecta a mujeres de todo el mundo”.
El 25 de noviembre de 1981, fue declarado el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer; una vida sin violencia es un derecho humano fundamental, por ende no violencia hacia las mujeres, que no solo hacen un trabajo imprescindible para la sobrevivencia de la especie humana en su función de maternidad; también son las cuidadoras necearías e imprescindibles de frágiles enfermos, ancianos y débiles en general.
Sin pedir nada a cambio, su generosidad amorosa mejora las relaciones personales; debe ser la línea de conducta de los seres humanos, sobre todo, en la familia; porque mientras la violencia contra las mujeres se mantenga en la invisibilidad, en la oscuridad; nuestro país no podrá librarse de los conflictos en la comunidad.
Debe existir también la confianza en la mujer para denunciar a su agresor, justicia social, es también que las mujeres no pongan en riesgo la salud ni sus vidas, las acciones para combatir, la violencia en contra de las mujeres no debe limitarse al 25 de noviembre como el Día Internacional de la No Violencia; todos los días se ven hechos bochornosos, hechos violentos en contra dela mujer, porque la manipulación, miedo, desconfianza parecen ser lealtad de la agredida con las que abusa su agresor.
En favor de la mujer, divina creación de la naturaleza que se haga justicia aunque se desplomen los cielos, respetemos a las mujeres, diosas de la proliferación del ser humano en la tierra; mujeres demasiado humanas para adorarlas, demasiado divinas para amarlas, siempre al lado del hombre.