No todos los migrantes mexicanos en Estados Unidos buscan el sueño americano. Algunos, como Lorena, que dejó Uruapan para escapar de la violencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y proteger a su hija de 11 años, son conscientes de que, bajo la administración de Donald Trump, es poco probable que puedan volver a solicitar asilo en los próximos 4 años.
“Huimos de la violencia en Michoacán, los carteles están muy agresivos y están secuestrando a la gente. Mi esposo fue secuestrado, querían obligarlo a unirse a ellos, pero logró escapar, y decidimos venir aquí, no para buscar el sueño americano, sino para encontrar refugio en Estados Unidos”, comentó Lorena.
Después de esperar durante siete meses en Tijuana, su cita con CBP One fue cancelada, lo que frustró sus planes de llegar a Los Ángeles, donde tiene más familiares, quienes ahora viven con el miedo constante de ser deportados.