Jue. May 2nd, 2024

¿Hasta dónde estamos preparados? (Parte I)

 “…Algunas personas sueñan con el éxito… Mientras otras se despiertan y trabajan duro para lograrlo…”

Ante la terrible hecatombe que sufrieron nuestros hermanos japoneses, hemos visto con admiración la ecuanimidad y valentía conque siguen respondiendo a tan espantosa calamidad todos y cada uno de los habitantes de ese país… ¡Ellos han sido preparados, no solo para el trabajo sino para afrontar diversos acontecimientos que puedan sobrevenir a cualquiera de sus áreas, etapas, funciones, planificación, construcción, naturaleza, alimentación, sanidad etc.! En verdad es admirable su fortaleza. Adelante hermanos.

Yo tuve La oportunidad, en la hermosa ciudad de Zamora, Mich., de trabajar en una formidable empresa japonesa  y en el tiempo que formé parte de la Gran Familia Yakult era obligatorio asistir cada mes a las Juntas donde nos daban conferencias relacionadas con la misma empresa, nos  felicitaban por nuestro desempeño  alentándonos a seguir progresando más y más, siempre con una disciplina increíble pero con un trato educado, amable y mucho compañerismo, terminábamos degustando exquisitos bocadillos.

La gran Fiesta de Fin de Año era en verdad deslumbrante,  demostraban su agradecimiento por estar su empresa aquí en nuestro México y no escatimaban absolutamente nada; además de que estaban presentes ejecutivos de la misma, que hacían viaje especial para estar en estas fechas tan importantes y entregar los regalos que se ganaban los que cubrían todas las expectativas que exigía la Empresa. Los japonesitos departían alegremente con todos nosotros, nos admirábamos de que algunos con su poco español se mezclaban bailando y cantando con todos los empleados. Puedo decir en verdad que trabajar con ellos es un placer, porque además de ser muy disciplinados respetan mucho las leyes y no permiten ningún tipo de irregularidad, todo debe ir totalmente en regla.

Aprendí mucho, pero en verdad creo que el trato con mis semejantes mejoró en gran manera, mi visión a mi alrededor ahora es diferente, con más luz, alegría, motivación y espíritu de lucha constante, aunque mis fuerzas ya no pueden ser las mismas de antes no me rindo y sigo en pie de lucha, tratando de progresar  moral y espiritualmente.